INSOLIDARIDAD ASEGURADA.
Increíblemente la vida es contradicción inevitable sin que el bienestar que se merecen y ganan día a día unos repercuta en el malestar de otros que tampoco se lo merecen. El consumismo descontrolado es el arma más natural y al tiempo más agresiva contra la dignidad humana, no en vano el ansia por consumir más y de lo mejor conduce a la indefensión del que solo busca consumir para sobrevivir. Esto seguirá siendo así porque el consumismo lucha con armas poderosas, el dinero y nuestra ambición, para que los países necesitados y los necesitados de nuestro país no reciban mucho más allá de lo que sobra cuando tenemos la barriga llena. Figurémonos si es lo que hay que ya no afecta solo al lujo, sino a la salud en forma de escasez de medicamentos para países pobres.
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