POR ESO NOS ENGAÑAN ESTÁ TODO PACTADO
Hay una reflexión de Pablo Iglesias en la que, después de revelar que azotaría hasta sangrar a una periodista, se define como “marxista algo perverso convertido en psicópata”. Y si Pedro Sánchez dijo que no dormiría tranquilo con Iglesias en el Consejo de Ministros, y luego lo puso de vicepresidente, es que está más ido. Así pues, al llegar el virus con chiflados al mando llegó el caos; desoyeron los avisos de las autoridades sanitarias y no compraron el material protector exigido, se centraron solo en delirios ideológicos: desenterrar muertos de la Guerra Civil y celebrar la fiesta femirroja del 8-M. Luego, como maldición divina, no dieron abasto a enterrar a tanta gente y acabaron haciendo la peor gestión sanitaria y económica. Encima, aprovechan el confinamiento para hacer tropelías: anular el Portal de Transparencia; ceder a los chantajes de separatistas vascos y catalanes; tomar la Fiscalía para parar las querellas por la criminal gestión de la pandemia; aprobar una ley de Educación que arrebata a los padres la libertad de enseñar a sus hijos y excluye al español como lengua vehicular en toda España... Y, como son la mentira planeada, crean un “Ministerio de la Verdad” y dan millones a las teles para blanquear sus desmanes.
Pero tanto desorden no es tarea solo de dos locos; a estos los respalda, G. Soros, el cerebro del globalismo que usa su fortuna en hundir naciones; lo confirma su apoyo a los separatas catalanes. Desde que se reunió en secreto con Sánchez, España es el coladero de la invasión de africanos a Europa para diluir su identidad y allanar el nuevo orden mundial. No es conspiranoico, lo anunció el propio Sánchez: “España se está reinventando (...), la pandemia y los pactos de la Moncloa traerán la gobernanza mundial”. Es curioso que los que clamaban contra el capitalismo ahora son esbirros de las élites de la globalización capitalista, los amos del mundo. Por eso no paran la invasión y vemos cómo en Canarias mantienen en hoteles de lujo a jóvenes ineptos mientras que nuestros jóvenes preparados emigran por la falta de trabajo.
No obstante, ni el caos ni las colas del hambre alarman a esta sociedad progre; al contrario, en todas las encuestas es favorito Sánchez, el que mantiene el golpe de Estado al apoyarse en los que quieren hacer de España un puñado de repúblicas rojas; y el único que clama contra este sindiós, Abascal, es el más despreciado.
Cuando yo era niño, en los años 50, en el concejo de Lena, vi llegar a la aldea alimañeros con bichos cazados y la gente, agradecida de que cuidaran de sus bienes, les daban monedas. Hoy, con 70 años, veo cómo pagamos millones para que nos arruinen alimañas mucho más letales. ¡Muy poco nos pasa!
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