Foto. José Ángel Miyares Valle
EL TELÉFONO MÓVIL SE HA CONVERTIDO EN UNA PROLONGACIÓN DE NUESTRO CUERPO.
La palabreja se las trae y
parece que se está poniendo de moda es una sociedad donde el teléfono es la prolongación del ser humano
como los brazos o las piernas yo diría más, un instrumento que no podemos vivir
sin él.
«El vamping, es no poder
dormir y entrar en vigilia por utilizar las nuevas tecnologías antes de dormir,
tiene efectos negativos para la salud, ya que la luz de las pantallas afecta a
la calidad del sueño y a nuestro rendimiento”,
La luz de
las pantallas aumenta el apetito y, por lo tanto, influye en el peso.
«El vamping es un fenómeno nuevo que va en aumento en los últimos
años, sobre todo, en los adolescentes, pero también en los niños, que tienen
móviles cada vez más jóvenes», añade. De hecho, diversos estudios muestran que
la falta de sueño provocada por el uso de las pantallas perjudica en mayor
medida a los niños, ya que la producción de melatonina se reduce hasta un 90%
más que en el adulto.
Además de influir en la
cantidad y en la calidad del sueño, la alteración en la segregación de la
melatonina influye en el apetito. «La luz de las pantallas inhibe la producción
de la melatonina, por lo que aumenta la producción de neuropéptidos, que
estimula nuestro apetito y la apetencia por alimentos más grasos y dulces.
«Como dato a tener en cuenta,
a día de hoy, dormimos siete horas, mientras que, en los años 60, la media de
sueño era de nueve horas», explica. Además, la reducción de horas de sueño
provoca que aumente el cansancio y, por tanto, no estaremos tan activos, algo
que, a largo plazo, también afectará al peso.
Vamos hacia una sociedad más
enferma y desequilibrada emocionalmente , aunque nos digan que la esperanza de
vida es mayor tengan en cuenta la diabetes, sobrepeso, alergias y otras
enfermedades que han aumentado considerablemente entre los niños y adolescentes todo motivado por el
sedentarismo que provocan los juegos y redes sociales de la telefonía móvil.
Pongamos ahora remedio a lo
que va ser inevitable en un futuro no muy lejano, una sociedad más enferma.
José Ángel Miyares Valle
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