NO SE PUEDE INJURIAR A UN GRAN DEPORTISTA Y UN EJEMPLO COMO GASOL

Gasol, a la izquierda, regala al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un balón de plata en La Moncloa tras la victoria en el Eurobasket

El CSD pedirá un millón a ‘Le Monde’ por insinuar que Gasol se dopa

Los dos organismos denuncian lo que consideran una “estrategia sistemática” del diario francés “contra el deporte español”.

La tarde del lunes, poco después de reunirse con el presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), José Luis Sáez, Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), anunció que estaba “lista” la demanda judicial por “derecho al honor” contra un periodista de Le Monde, Clément Guillot, quien, en su blog, alojado en la web del vespertino parisiense, insinuó hace unos días que Pau Gasol se dopaba. En la demanda, que se presentará en los próximos días en un juzgado español, se solicita que “tanto el medio como el periodista” sean condenados por “una intromisión ilegítima en el derecho al honor de la FEB y de sus deportistas” a retirar el artículo reseñado de la edición digital, a la publicación de la sentencia en le Monde y a una indemnización de un millón de euros.

Dentro de lo que consideran “una estrategia sistemática de Le Monde contra el deporte español”, en un comunicado de prensa, el CSD incluye las informaciones sobre la presunta vinculación del médico condenado Eufemiano Fuentes, el centro de la Operación Puerto, con el Real Madrid y el Barcelona. Ambos clubes lograron que sendos juzgados españoles condenaran al rotativo.

Las dudas sobre la limpieza de Gasol las deriva el diario de su extraordinario rendimiento a los 35 años y de su relación con el fisiólogo Nicolás Terrados, el médico jienense que estaba cargo de la preparación de los ciclistas del ONCE en 1998, por lo que estuvo implicado en el Caso Festina, la investigación policial francesa en el Tour de Francia. Después de que su equipo fuera registrado, Terrados fue detenido y confesó ante los agentes el uso de EPO en el equipo, al tiempo que algunos excorredores del ONCE lo confirmaban. Al juez, Terrados, que trabaja en un centro deportivo en Avilés (Asturias) y en el Comité Olímpico español (COE), le dijo que ante la policía declaró “bajo presión” y negó el uso de sustancias dopantes.

“Asesoro a Gasol y también a Sergio Rodríguez [el base del Madrid que también formó parte del cinco ideal del Eurobasket de Lille]”, dice Terrados desde Asturias. “Pero mi trabajo y contacto con ellos es mínimo. Nunca he viajado a Chicago, por ejemplo. A Gasol lo conocí cuando trabajaba en el Barcelona de baloncesto, y le ayudo, sobre todo, en asuntos de nutrición. Cuando viene a España le someto a análisis con el metabolímetro para diseccionar su gasto energético en reposo y fijar lo que necesita consumir para recuperarse. Le preparo papillas de recuperación. Pero solo soy una pequeña pieza en su equipo de expertos que coordina su fisioterapeuta de confianza, Joaquín de Juan”.

Como guiado por una pequeña maldición, el mandato de Cardenal, comenzó a principios de 2012 con una protesta diplomática y la firme defensa del honor de Rafa Nadal, Pau Gasol, Iker Casillas y Alberto Contador y otros deportistas españoles, víctimas de la sátira de un medio de comunicación francés (Canal + a través de sus guiñoles), que los representaba como consumidores de dopaje. A falta de pocas semanas para que la próxima convocatoria de elecciones de Mariano Rajoy ponga fin a su legislatura, Cardenal se encuentra de nuevo en el papel de defensor del honor del deporte español, de nuevo puesto bajo sospecha, dopaje de nuevo como palabra de asalto, por un medio francés, que duda de la limpieza de Pau Gasol, el héroe del Eurobasket recién conquistado y verdugo de la selección francesa en la semifinal de Lille.

COMENTARIO:

Algunos franceses tienen mal perder y muy mala baba. Nadie en España cuestionó la limpieza de Francia cuando ganaron el campeonato del mundo de básquet, ni cuando ganaban euro copas o mundiales de futbol, al contrario se les admiraba por su calidad y fuerza. El que cuestiona el honor de una persona o lo demuestra o que se atenga a las consecuencias en un juzgado.