Syriza gana las elecciones griegas según los primeros resultados
El partido izquierdista obtendría el 35,5% de los votos según el recuento del 45%.
El partido izquierdista Syriza ha ganado las elecciones legislativas griegas de acuerdo con el escrutinio del 45% de votos difundido por el ministerio del Interior. Según este conteo, Syriza lograría el 35,5% de los apoyos y los conservadores de Nueva Democracia el 28%. Estas proporciones supondrían que, de un total de 300 escaños del Parlamento, Syriza conseguiría 145 (teniendo en cuenta un apoyo adicional de 50 diputados que el sistema electoral griego otorga al vencedor de los comicios) y la Nueva Democracia de Vanguelis Meimarakis se quedaría en 75.
El ex primer ministro Alexis Tsipras, que con los resultados revalidaría su mandato, se ha dirigido a la sede de su partido, donde, alzando el brazo en señal de victoria, fue aclamado por la multitud. Sus primeras declaraciones por Twitter fueron: "Delante de nosotros se abre el camino del trabajo y de las luchas".
Meimarakis, nada más conocerse los primeros resultados oficiales, reconoció la derrota de su partido y felicitó a Tsipras. "Dimos la batalla con seriedad, al parecer el resultado da la victoria a Syriza y a Tsipras. Le felicito, el resto lo discutiremos", afirmó Meimarakis en declaraciones a los medios a su llegada a la sede de la formación, cerca del centro de Atenas.
En el tercer lugar quedarían los neonazis de Amanecer Dorado, con el 7 % de votos y 19 escaños (dos más que en enero). Les siguen los socialdemócratas de Pasok, con entre el 6,4% y 17 parlamentarios; los comunistas de KKE, con un 5,5 %, y el centrista To Potami, con 3,9%. Los nacionalistas de ANEL, con el 3,7% y 10 diputados se perfilan como el socio más probable de Tsipras, repitiendo coalición
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha sido de los primeros líderes en felicitar a Tsipras. "Acabo de felicitar a Alexis Tsipras por la victoria de Syriza en las elecciones griegas. Ahora se necesita rápidamente un Gobierno sólido preparado para generar resultados", escribió en un mensaje en Twitter el socialdemócrata alemán.
La participación podría ser una de las más bajas de la historia democrática griega: del 54,4% frente al 63,6% que apoyó a Tsipras en su anterior victoria, en enero de este mismo año. Durante toda la jornada electoral han destacado la alta abstención —en uno de los colegios visitados por EL PAÍS había votado sólo el 15% del censo a mediodía— y mucha volatilidad en las preferencias de voto.
Tsipras había manifestado durante la jornada su optimismo por que el pueblo votaría un Gobierno estable que en los próximos cuatro años "dará la batalla, no sólo dentro del país sino también en Europa". "Hemos demostrado ser capaces de abrir caminos allí donde no existían (...). Superaremos las dificultades", subrayó, haciendo hincapié en la necesidad de lograr un mandato firme para los próximos cuatro años.
Jornada electoral con baja participación
Los colegios abrieron a las siete de la mañana para cerrar a las siete de la tarde, siempre hora local. Algo menos de 10 millones de griegos estaban llamados al voto. Es la tercera vez este año que acudían a las urnas, tras las legislativas de enero, en las que dieron su confianza a Alexis Tsipras, y el referéndum convocado por este sobre las condiciones del tercer rescate europeo a su país. Finalmente, Tsipras aceptó por ese rescate unas condiciones mucho más duras de las que los griegos rechazaron, por lo que, ante la fractura de su partido, el izquierdista Syriza, se vio obligado a convocar elecciones anticipadas para que los ciudadanos le devolvieran o no su confianza.
Yorgos Vasiliadis contaba por la mañana que había votado en blanco, aunque meditó hacerlo por el partido ultra Aurora Dorada (tercero en las encuestas de intención de voto). En enero optó por Syriza (en convocatorias anteriores, por Pasok y Nueva Democracia), “pero me demostró lo mismo que los partidos tradicionales, que todos son iguales”. Empleado en un túnel de lavado y vecino de un barrio de media clase baja con abundante presencia de inmigrantes, afirmaba entender la alta abstención y se inclinó por el voto en blanco “como mensaje al sistema: ya no les creemos más, la gente ha perdido completamente la confianza, votes a quien votes no va a cambiar nada”. Frente a las “cosas buenas” que ve en Aurora Dorada, le frenaron a la hora de votarle “las cosas malas, muy malas, que también tiene”.
Al contrario, Evi Yorgópulu, jubilada, había optado esta vez por Nueva Democracia, tras varias elecciones apoyando a Aurora Dorada. “Creo que ahora es mucho más útil votar a ND, para evitar que salga otra vez ese mentiroso [Tsipras] que va a destruir Grecia si le dejan”, contaba en un liceo de Kipseli, el barrio de clase media donde reside el ex primer ministro y líder de Syriza Alexis Tsipras.
Entre el lento goteo de votantes que se acercaban hasta las urnas en los colegios visitados, resultaba difícil encontrar alguno de Syriza. Efi Yanópulu, traductora y periodista, y militante del partido de Tsipras desde 2012, afirma haber vuelto a votarle “no sin dudas y con una sensación de tristeza y decepción por el giro dado tras el referéndum”. “No sé lo que haré en las próximas convocatorias, ahora creo que debo seguir apoyando al partido, el margen de actuación del Gobierno ha sido muy limitado y hay que darle una segunda oportunidad”, confesaba, subrayando un dato que los resultados de las últimas convocatorias electorales han venido confirmando: “Las encuestas en Grecia siempre se equivocan contra Syriza, creo que al final acabará ganando por tres o cuatro puntos de ventaja a Nueva Democracia”.
AHORA A CUMPLIR CON LAS OBLIGACIONES IMPOSIBLES DE CUMPLIR
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