Interior encarga un camión que lanzará chorros de agua contra los manifestantes.
Licita la compra de un vehículo para "garantizar las libertades debido a la actual dinámica social".
La Dirección General de la Policía va a adquirir un camión equipado para lanzar chorros de agua con los que disolver manifestaciones, según consta en un anuncio que publica este lunes el Boletín Oficial del Estado (BOE). La policía dispone de cinco vehículos de este tipo, que están en desuso desde hace dos decenios, y ahora pretende comprar uno nuevo en el que está dispuesto a gastar 493.680 euros.
El BOE señala que lo que se busca es "un camión, transformado y carrozado como lanza-agua, con destino a la Dirección General de la Policía". En los pliegos de condiciones, el documento justifica la licitación en la conveniencia “de proteger el libre ejercicio de derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”. Para ello el Ministerio del Interior cree necesario “disponer de medios materiales que, debido a la actual dinámica social y en caso de tener que restablecer el orden público, se pueda realizar de la forma menos lesiva posible”.
El pliego de condiciones califica este vehículo como “ideal para acometer el control de masas”. El valor estimado sin impuestos se cifra en 408.000 euros, que con IVA ronda el medio millón. El ministerio quiere disponer del camión “transformado y carrozado antes del 20 de diciembre de 2014”. Fuentes del departamento que dirige Jorge Fernández Díaz subrayan que estos camiones "son utilizados en otros países de Europa".
Fuentes de la Unidad de Intervención Policial (los llamados antidisturbios) no son muy partidarios de emplear este tipo de material, ya que consideran que el camión-botijo tiene poca maniobrabilidad y, además, porque el agua a presión también entraña riesgos para los manifestantes. Sin embargo, la compra del vehículo es una idea originada en la Comisaría General de Seguridad, de la que dependen los antidisturbios, que pretende contar así con un material “menos lesivo” que las pelotas de goma y, además, para atajar la “cada vez más frecuente quema de contenedores de basuras por parte de los manifestantes”, según fuentes policiales.
Según el anuncio publicado en el BOE, las empresas que aspiren a servir este camión al Ministerio del Interior pueden presentar sus ofertas hasta las doce de la mañana del próximo 20 de enero de 2014 en la División Económica y Técnica en el cuartel general de la policía, en el complejo de Canillas (Madrid). El camión, cuya longitud máxima será de ocho metros, tendrá un depósito de unos 7.000 litros de agua, que será arrojada mezclada con un líquido colorante que manchará la ropa de los manifestantes, de forma que estos quedarán “marcados”.
Los Mossos d’Esquadra catalanes anunciaron hace seis meses que también iban a utilizar un camión-botijo para disolver manifestaciones. El camión fue comprado en la década de 1990, pero hasta ahora se había mantenido en desuso. 20 años después, el vehículo ha requerido una puesta al día de la plataforma en la que están instalados los cañones de agua, según el director de la policía catalana, Manel Prat.
El anuncio se publica en el BOE unas horas después de los incidentes de la concentración Rodea el Congreso, que el pasado sábado reunió en Madrid a entre 2.000 y 5.000 personas (1.500 manifestantes, según la policía). El acto, convocado la tarde del sábado por la plataforma Coordinadora 25S para rodear el Congreso de los Diputados para rechazar la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que limitará las protestas sociales, terminó con cargas policiales y enfrentamientos entre parte de los concentrados y los antidisturbios. En los incidentes hubo 23 heridos (14 de ellos policías nacionales) y siete detenidos.
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