Miembros del Consejo Asesor para la Transición Nacional
Los asesores de Mas recomiendan una alianza con España si llega la secesión
El consejo de transición propone unión para compensar "las fuerzas limitadas del nuevo Estado catalán"
El organismo recomienda que el Barça y el Espanyol sigan jugando en la liga española
La Agencia Tributaria Catalana costaría 750 millones de euros y podría recaudar hasta 70.000.
Los asesores de Artur Mas, presidente de la Generalitat, en el proceso soberanista, han llegado a una conclusión: si Cataluña logra su independencia, deberá seguir aliada con España para compensar "las fuerzas limitadas que tendría un nuevo Estado con Cataluña". El Consejo Asesor para la Transición Nacional propone dos escenarios de alianza. El primero es el llamado Consejo Ibérico, una alianza similar a la de los países nórdicos que formarían, además de España y Cataluña, los otros dos Estados de la Península, Andorra y Portugal. Este órgano debería tener un consejo de parlamentarios de los cuatro países, uno de ministros con los máximos mandatarios de cada Estado y una secretaria general. La segunda propuesta es similar, pero solo circunscrita a España y Cataluña: una unión de ambos estados con cooperación en varios ámbitos: monetario, industrial, comercial, fiscal, cultural, infraestructuras, defensa, migraciones....
"Una cosa es ser un Estado independiente y la otra es que el nuevo Estado se aísle totalmente del Estado español. El Estado independiente no tiene como finalidad romper todas las relaciones con España. La intención es que las relaciones sean más sólidas que las actuales desde una relación de igualdad", ha destacado Carles Viver Pi-Sunyer, presidente del Consejo Asesor para la Transición Nacional. Otra de las relaciones que prevén los asesores es la deportiva: el consejo recomienda que el Barça y el Espanyol sigan jugando en la liga española.
Viver Pi-Sunyer ha presentado esta mañana cuatro nuevos informes del Consejo Asesor: el ya citado sobre las relaciones entre Cataluña y España; el que aborda la Administración Tributaria de Cataluña; la internacionalición del proceso soberanista; y la configuración de las tecnologías de la información y de la comunicación en Cataluña. El Gobierno catalán había paralizado la presentación de estos informes ante la incapacidad de los partidos de ponerse de acuerdo con la consulta. Una vez logrado el acuerdo -un pacto que ha pasado por alto muchas de las recomendaciones que los asesores recogieron en su primer informe-, el Gobierno ha reactivado el trabajo del Consejo Asesor. En total, los expertos seleccionados por Mas para preparar la independencia redactarán veinte informes.
El documento más extenso es el que analiza la configuración de la administración tributara de Cataluña. El informe estudia como debe actuar Cataluña para seguir recaudando impuestos durante el proceso de la hipotética independencia. También estima los costes que tendría la Agencia Tributaria Catalana: según los asesores, costaría 750 millones de euros y podría recaudar hasta 70.000 millones de euros. El consejo Asesor asevera que el objetivo es reducir estos costes hasta los 400 millones de euros. El mantenimiento de la red costaría entre 260 y 280 millones de euros, en una estructura que debería tener entre 7.000 y 8.000 trabajadores públicos. Las cifras, según Pi-Sunyer, "no pueden ser exactas porque no existen".
El consejo recomienda al Gobierno catalán qué hacer para dar a conocer al mundo el proceso soberanista, y con qué argumentos. Los asesores aconsejan pedir la consulta como "un derecho democrático" y vender la independencia como un paso necesario después de "intentos fracasados" para mejorar el autogobierno de Cataluña en España. El documento añade formas para extender el mensaje, como aumentar la diplomacia y buscar complicidades con personas influyentes de otros países del mundo.
El documento sobre telecomunicaciones analiza las infraestructuras que se deben cuidar durante el proceso de independencia, con especial énfasis en la ciberseguridad. El objetivo del documento es que el día 1 tras la hipotética independencia los catalanes puedan seguir haciendo operaciones habituales como usar su teléfono, sacar dinero del cajero automático o encender la televisión.
COMENTARIO:
Ya varios comentaristas inciden en la idea. Parece que "alguien" le quiere tomar el pelo a "alguien". Lo que hace falta es saber si ese segundo "alguien" se lo dejará tomar. Siempre lo he dicho y lo he respetado: el que se quiera ir que se vaya (si puede). Pero eso de "me voy porque me estáis expoliando" seguido de un "pero ayúdame, porque fuera voy a estar peor" me suena no sé si a cinismo o a otra palabra que evito por no ofender. Si Cataluña, o Fuenteheridos (pueblo de Huelva, para quien no lo sepa) quiere ser independiente y lo consigue por medios democráticos, merece todos mis respetos. Pero que lo sea con todas sus consecuencias. Decir que, "el fútbol, con España; la economía, con España; la repanocha, con España" es, pura y llanamente, una estupidez. ¿Qué clase de independentistas son los dirigentes catalanes que están jugando con el sentimiento de los siete millones de ciudadanos catalanes qué ignoran lo que será de ellos?
Un disparate auténtico. Que se llegara a una secesión y los separados impongan el sistema de relación con el otro país....y que la liga siga igual y las relaciones empresariales también, y lo españoles que viven allí se joden porque no sepan el catalán...y etc. Un disparate. Yo personalmente no usaría ningún producto, del tipo que sea, que procediera de un país que se separó del mío y haría lo posible para que mi familia y amigo también lo hicieran. Paro estos tíos que se han creído? Hacen planes disparatados para que los ciudadanos le crean? . Después querrán hacer los mismos los gallegos, y los valencianos y mallorquines (con más motivos históricos..) y a quién se le ocurra.. porque el estado es nada, no existe.
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