DEL SER HUMANO HAY QUE DEFENDERLA
La vida de un hijo (un ser vivo) es cosa para no dejar en manos de cualquiera. Tiene su miga esto del aborto, como lo tiene la eutanasia. Quienes son sus defensores sin matices, sin causas bien justificadas, aquellas mujeres que dicen que es su cuerpo, que con él hacen lo que les venga en gana, sin reparar que en ello está en juego una vida, están apostando claramente por la muerte en vez de por vida. Luego son animalistas comprometidas, todo de boquita, les importan todo nada.
Con la eutanasia pasa lo mismo, aquí no hay términos medios, aborto a lo grande y eutanasia a lo bestia.
Se cuentan con los dedos de una mano los países que tienen una ley de eutanasia como la nuestra, somos así de plenos y completos.
Son dos leyes que necesitaban una regulación fuera de ideologías y sentimientos religiosos, hablo desde la sensibilidad humana, desde mis adentros. Tanto la una como la otra no deben ser campo abierto a todo aquel o aquella que lo desee. ¿Por qué estamos en contra del suicidio cuando quien lo hace dispone de su vida, por qué evitarle su deseo? Luego vienen las feministas y dicen: “Con mi cuerpo haga lo que me venga en gana”, mato un feto y punto. Digo feto porque, si no lo es cuando está permitido el aborto, lo será en poquito tiempo, solo es cuestión de esperar pocos días. Nadie es dueño de todo cuando convive y comparte. El futuro hijo es tanto del padre como de la madre. Tampoco vale eso de “nosotras parimos, nosotras decidimos”, ustedes tienen una responsabilidad inmensa al llevar encima una criatura en ciernes. No estamos hablando de animales, que tampoco, ya que lo curioso del tema es que las más animalistas suelen ser las abortistas. Difícil contradicción.
Referente a la eutanasia pasa lo mismo, apostando por la muerte se dejará de invertir en investigación y en cuidados curativos. Como así ocurrió al disponer de paliativos a la carta, mejor dejar morir que intentar curar, sale más barato y los profesionales se quitan de encima un peso, una responsabilidad y una conciencia a conciencia.
Tanto el aborto como la eutanasia predisponen a la insensibilidad, nos hacen peores personas. Capaces de despreciar niños con taras y ancianos que dan problemas.
Las dos leyes eran necesarias, pero con más supuestos restrictivos y obligados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario