Borràs no invita a la delegada del Gobierno al acto de entrega de la Medalla de Honor del Parlamento catalán
La presidenta de la Cámara autonómica desplanta a la máxima representación del Ejecutivo central en la comunidad.
La presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, no ha invitado a la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, al acto de entrega de la Medalla de Honor de la Cámara catalana, que se celebra esta tarde a partir de las 18.00 horas. Este año, las personas independentistas «víctimas de la represión» y las asociaciones que las representan han sido los premiados con la máxima distinción del Parlamento autonómico catalán.
Según han confirmado a ABC fuentes de la Delegación del Gobierno en Cataluña, «no ha llegado la invitación» a la sede de la representación del Ejecutivo en la comunidad, a nombre de Cunillera, su titular, para un acto institucional de gran calado institucional como es el acto de entrega de la Medalla de Honor del Parlamento catalán. Desde el equipo de Borràs no han contestado al requerimiento de este diario para conocer su versión.
El 2 de septiembre, la Mesa del Parlamento catalán, a propuesta de su presidenta y por mayoría (Junts, ERC y la CUP suman esta mayoría), aprobó otorgar la Medalla de Honor a las personas que el secesionismo considera están siendo, o han sido, «represaliadas» por el Estado, sobre todo, por la Justicia -a través de los procesos judiciales- y la Policía Nacional y la Guardia Civil -especialmente, el 1 de octubre de 2017-.
Borràs anunció entonces que la medalla de 2021 «quiere expresar la voluntad de acompañar institucionalmente a los que sufren persecución por defender la libertad de los ciudadanos de escoger el futuro del país« y, por ello, se quiere reconocer a los que sufren y defienden a estos »ante la causa general contra el independentismo iniciada como consecuencia del referéndum del 1-O y la voluntad popular defendida reiteradamente en la calle y en las urnas«.
Al poco de conocer la decisión de la Mesa, los grupos de la oposición del bloque constitucionalista, PSC, Vox, Cs y PP, anunciaron que en esta ocasión no enviarán a ningún representante al acto de entrega de la Medalla de Honor, que se celebra en el Palacio del parque de la Ciudadela esta viernes a media tarde. La insignia, tras el acto, será depositada en el Museo de Historia de Cataluña, que también es criticado por algunos historiadores y grupos de la oposición.
La decisión de Borràs respecto a dejar a un lado la delegada del Gobierno y no tramitar su invitación, algo excepcional entre administraciones, sigue el hilo conductor político anunciado por la presidenta del Parlamento catalán en otras ocasiones ya que considera que la administración central es una especie de Estado colonial en la región.
En esta línea, en junio, la presidenta parlamentaria rechazó la invitación de Cunillera y la Guardia Civil al acto de la toma de posesión del nuevo jefe de la Comandancia de la Benemérita en Barcelona, Pedro Antonio Pizarro, alegando que, desde su punto de vista, este cuerpo de seguridad actúa como «policía patriótica» y reprochó su actuación, bajo mandato judicial, el 1-O de 2017.
Solo unos días antes, en mayo, Borràs también rechazó acudir a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, en el cuartel del Bruc, y así se lo comunicó al inspector general del Ejército, Fernando Aznar Ladrón de Guevara. Además, en la misiva, la presidenta del Parlamento de Cataluña pidió al inspector general que el Ejército abandone el recinto del cuartel barcelonés y criticó al Rey por el discurso, en defensa de la Constitución, que pronunció el 3 de octubre de 2017.
ESO PARA QUE SE ENTERE PEDRO.
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