Batalla campal por la luz para ganar tiempo
Moncloa recurre a medidas provisionales, biensonantes y muy proclives a una suerte de populismo energético
Siempre debería ser una buena noticia para el consumidor que baje su recibo de la luz, desbocado desde hace meses y en cifras récord que no parecen tener techo. Ahora bien, si la única solución que propone el Gobierno es imponer medidas confiscatorias, la estigmatización de las eléctricas, y fórmulas improvisadas para «detraer» unos 2.400 millones de sus beneficios, el resultado es otro parche y no una solución definitiva. De nuevo, Moncloa recurre a medidas provisionales, biensonantes y muy proclives a una suerte de populismo energético. El resultado fue la respuesta de las eléctricas amenazando con paralizar las centrales nucleares y recurrir a los tribunales contra un decreto que tildan de abusivo. Las medidas de Sánchez estarán en vigor hasta marzo. ¿Y a partir de ese mes? La tentación de las eléctricas de repercutir de nuevo sobre el consumidor lo «detraído» por el Estado está asegurada. No se resuelve una crisis. Solo se aplazan sus efectos para que el Gobierno gane tiempo.
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