EL PENSADOR
LA SOLEDAD
Llora el niño al
estar solo
Llora el anciano en el silencio
De la noche oscura.
Oye los latidos de su viejo corazón
Unas veces lento otras acelerado
Llueve tras los cristales, silba el viento
Mueve las cortinas de la habitación,
Las ventanas también tienen
grietas
Como su rostro surcado
Por los sinsabores de la vida.
Dolores por aquí por allá
Su cuerpo parece un velódromo
De dolores que corren su alma,
De un lado a otro como caballo
Desbocado sin control
alguno.
La noche se hace
inmensa,
El viejo reloj marca el tic tac
Cansino monótono de las largas horas
Que no pasan, la una, dos tres….
Recuerdos atormentan
su cabeza
De otras noches hermosas de familia,
De alegría y champan, turrón
Y regocijo, hoy solo y anciano
¡Noches buenas no volváis¡
Que llora el niño y llora el anciano.
En la soledad de la vida.
Autor: José Ángel Miyares Valle
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