Centroamericanos de la caravana migrante, el sábado en la localidad mexicana de Arriaga (Chiapas).
Trump, a la caravana migrante: “¡Es una invasión de nuestro país y nuestro Ejército les está esperando!”.
El Pentágono sopesa militarizar la frontera con México con hasta 5.000 soldados,
El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a abrazar este lunes el discurso del miedo a la inmigración al calificar de “invasión” la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia Estados Unidos y al advertir a los extranjeros, que huyen de la inestabilidad en sus países, que se encontrarán con militares desplegados en la frontera.
“Hay muchos miembros de pandillas y gente muy mala mezclada en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur. Por favor, den la vuelta, no serán admitidos en Estados Unidos a no ser que sigan el proceso legal”, escribió Trump en Twitter. “¡Esto es una invasión de nuestro país y nuestro Ejército les está esperando!”, agregó. No está claro a qué se refería el mandatario, pero, si se presentan en un puesto fronterizo, los inmigrantes tienen derecho a solicitar asilo en EE UU aunque las posibilidades de recibirlo son escasas.
A una semana de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que su partido se juega mantener el control del Congreso, el republicano busca atizar la retórica antinmigración que tan buenos frutos le dio en las presidenciales de 2016, cuando prometió levantar un muro con México para impedir la llegada de "violadores y criminales". Según algunos cálculos, hasta 7.000 inmigrantes centroamericanos integran la caravana, iniciada en Honduras y que está ahora en México, donde las autoridades tratan de convencerles de que desistan de su objetivo de llegar a Estados Unidos. Trump ya anunció la semana pasada que iba a mandar al Ejército a la frontera y que cortaría la ayuda exterior a países centroamericanos por no detener el dramático periplo de los migrantes.
El Pentágono está considerando desplegar hasta 5.000 soldados en la frontera con México ─muy por encima de la cifra de los 800 efectivos que se filtró la semana pasada─, según fuentes militares citadas este lunes por los diarios The Wall Street Journal y USA Today. Sin embargo, Laura Seal, portavoz del Departamento de Defensa, advirtió de que todavía no se ha tomado una decisión final. “La planificación continúa. Es prematuro especular con el número total o las fuerzas específicas a elegir para cumplir con las misiones requeridas”, escribió en un correo electrónico a EL PAÍS.
Actualmente ya hay en la frontera unos 2.100 militares de la Guardia Nacional, la unidad de reserva del Ejército que gestiona cada Estado. Trump ordenó el envío de tropas el pasado abril, cuando otra caravana de migrantes centroamericanos se dirigía hacia EE UU. Sus dos últimos predecesores en la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama y el republicano George W. Bush, también autorizaron el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera tras el repunte en las llegadas de inmigrantes indocumentados. Las tareas de los reservistas suelen ser de apoyo logístico a la guardia fronteriza, que vigila los más de 3.000 kilómetros de los límites entre EE UU y México.
Lo que es inusual es que un presidente envíe a soldados convencionales, en lo que supone una clara militarización de la frontera. Si se desplegaran hasta 5.000 uniformados, la cantidad sería muy similar al contingente militar de EE UU en Irak en la campaña contra el Estado Islámico, según los últimos datos disponibles. Y más que duplicaría los 2.000 efectivos en Siria que asesoran en la lucha contra los yihadistas. Aún así, el número de soldados en la frontera con México quedaría por debajo de los 14.000 militares desplegados en Afganistán, una guerra sin fin iniciada en 2001.
ES CAPAZ DE ABRIR FUEGO,PERO TENDRÍA MUCHAS REPERCUSIONES EN EL MUNDO.
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