ME HA SOBRECOGIDO, por José Ángel Miyares Valle

      foto José Ángel Miyares Valle

 

 

"BLETIS"

Eran las 3 y media de la tarde. La ciudad sesteaba,  sus callejas estaban desiertas, puertas y ventanas cerradas, persianas bajadas, chimeneas  pagadas….. invitaban a un silencio monástico, mágico…  a veces roto por el ruido de unos pasos que se iban acercado hasta pasar algún viandante por delante de uno, cual sombra salida del a algún vetusto muro almenado para alejarse hasta perderse en la esquina de unos muros medievales bien armados ,testigos de guerras, tormentas ,truenos, soles y  a veces de algunas alegrías de de las gentes, jóvenes en otro tiempo que a luz de un candileja el enamorado cortejaba a la joven casadera, tras la recia verja,  bajo la atenta mirada de alguna carabina familiar.

 Tiempos de la historia del Medievo donde las risas y los gritos de los niños invitaban a vivir en aquella ciudad ,hoy  triste, solitaria ,encerrada en su historia, durmiente en el museo de una noble  casa bien blasonada y restaurada para acogerla  en el sueño de los libros.

Ni las golondrinas se atreven   hacer los nidos bajo los regios aleros por miedo a la soledad que todo lo invade. No queriendo romper el embrujo de los fantasmas ocultos en las grietas de las enormes piedras de granito. Se ve algún coche aparcado en una plaza solitaria en la que  un grupo de jóvenes hablaban, en una mesa del único bar abierto, de los viajes en bicicleta, mientras comen unos pinchos frente a  las murallas de una fortaleza cerrada a cal y canto para que las sombras de sus caballeros no salgan  a deambular por aquel solitario lugar.

Unas campanas de ronco tañido con cadencia, repiten las horas y las medias, en recuerdo de los tiempos  pasados, advirtiendo que el tiempo ha dado lugar al triste entierro de los fieles testigos de los aconteceres de aquella solitaria ciudad de gran raigambre, que vio nacer a caballeros valientes, personas ilustres, hombres de grandes gestas , pastores  y labriegos que la alimentaban, ciudad fortificada donde dentro de su capa pétrea duerme el sueño de los siglos, dejando un poso al visitante de su gran  historia que sobrecoge  al visitante, al paso del caminante mirando a ver si ve alguna casa ocupada o atisbo de vida ciudadana, mas es un intento frustrado sólo el ruido de algunos pasos que se acercan y se alejan para perderse en las callejas cual fantasma avergonzado de tanta soledad y olvido.

Es una ciudad, es la bella BLETIS, romana, histórica, patrimonio de la humanidad, ciudad de LEDESMA  de TORMES  en Salamanca.  Tu señorío, rango y prestigio queda escrito en tus piedras de casas emblasonadas, me ha sobrecogido.

José Ángel Miyares Valle