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miércoles, 20 de junio de 2018

EL PP ADVIERTE A SÁNCHEZ QUE EMPIEZA COMO ZAPATERO.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Hernando advierte a Sánchez de que empieza como Zapatero y le pide «que no acabe» como él.

El presidente del Gobierno pide al PP una oposición que no debilite la convivencia de España.

La ilusión de los aliados de Sánchez se resquebraja: «No le votamos para que haga lo mismo que el PP», dice Baldoví.

Dardos envenenados han volado hoy miércoles en el primer duelo parlamentario entre el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el portavoz del PP, Rafael Hernando. Uno y otro han salido al ataque aunque el tono ha sido menos bronco de lo que cabía esperar. «Empieza como empezó Zapatero, le pido que no acabe como él, porque los españoles no se merecen esto», ha lanzado Hernando, recriminándole que las primeras medidas anunciadas por el Gobierno elevarán el gasto público. Es el caso del fin del copago farmacéutico y los pejaes en las autopistas o el regreso de la Sanidad universal.
El presidente del Ejecutivo no ha entrado en esta provocación pero sí le ha devuelto el golpe, señalando un «problema de credibilidad» del PP. «Otros grupos resultan mas creíbles que ustedes» ha continuado en alusión a Ciudadanos. Además, Sánchez ha pedido al PP una oposición «leal con el Estado» que no debilite «la convivencia de España». Le ha insistido a «realizar una reflexión» y recordar la «lección aprendida» en la batalla contra el Estatut. Una estrategia que ha señalado como el germen de la crisis territorial que vive España.
Hernando ha replicado advirtiéndole de que la lealtad del PP «será con España, los españoles y el Rey pero no con usted. Con usted, la lealtad, aquellos», ha señalado en alusión a los socios de Sánchez en la moción de censura. Previamente, el portavoz del PP había preguntado cuál es el coste que Sánchez tendrá que pagar al independentismo, ERC y PDECat, y al populismo, Podemos, por su apoyo para convertirse en presidente del Gobierno. El jefe del Ejecutivo no ha respondido la cuestión, limitándose a señalar que sus «compromisos» están con la regeneración democrática, la recuperación de los derechos sociales y la reconstrucción de las bases de la convivencia democrática, que ha considerados «dañados» durante los años del PP.

Para Hernando, en cambio, Sánchez ya ha empezado a pagar el precio al empezar a preparar el terreno para una reforma de la Constitución, modificar y tergiversar sentencias del Tribunal Constitucional o finalizar el control de las cuentas de la Generalitat, permitiendo que el presidente catalán Quim Torra impulse las embajadas «cerradas para atacar a España» y «vuelva a esa máquina de propaganda que es TV3». Le ha acusado también de estar dispuesto a utilizar la política penitenciaria como moneda de intercambio político y le ha exigido nuevamente unas explicaciones que no han llegado.

«Mejorar» la financiación

Inesperadamente tenso para Sánchez ha sido el cara a cara que ha mantenido con uno de sus socios en la moción de censura, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, probablemente el político que más ha trabajado por una alianza entre Podemos y el PSOE para expulsara al PP de La Moncloa.
Baldoví ha comenzado preguntando a Sánchez cuáles son sus compromisos para resolver la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana pero ante la falta de respuestas satisfactorias ha acabado advirtiéndole que «no le votamos para que hiciera lo mismo que el PP». Baldoví ha criticado a Sánchez que pretenda agotar la legislatura y no afrontar un sistema de financiación que ha considerado «caduco» e «injusto» para la Comunidad Valenciana. «No haga un Montoro a los valencianos, no le hemos votado para eso», ha remachado.
Sánchez le ha insistido en lo que ya avanzó ayer: no prevé remodelar la financiación autonómica en esta legislatura sino en la próxima. «Hay que ser ambicioso pero realista y no mentir a los ciudadanos», ha subrayado el presidente. Su plan es «mejorar» la financiación autonómica a corto plazo y culminar «la revisión a fondo» en la próxima legislatura.
Este encontronazo nada ha tenido que ver con el vals que Sánchez ha bailado con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que pese al tono bronco y casi humillante que utilizó contra el hoy jefe del Ejecutivo durante la moción de censura, hoy ha optado por un tono pacífico y colaborativo para preguntarle por los permisos de maternidad y paternidad. Tras un debate interno en Podemos, la formación morada ha decidido no realizar una oposición «gruñona» mientras dura el «enamoramiento» que han detectado entre el votante de izquierdas y el nuevo Gobierno.
SIENDO SOCIALDEMOCRATA NO ME GUSTA ESTOS COMIENZOS DE TANTAS PROMESAS SIN POSIBILIDAD DE CUMPLIRLAS.

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