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jueves, 1 de febrero de 2018

UNA SOLDADO DENUNCIA UNA VIOLACIÓN GRUPAL.

Manada militar

Exterior del Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla

Una soldado denuncia una violación grupal durante una fiesta con compañeros en Antequera.


La militar, que no recuerda casi nada y sospecha que pudo ser drogada, dio positivo en barbit.

Una soldado de la sección de policía del Ejército del Aire ha denunciado una violación grupal en la base de Bobadilla (Antequera, Málaga) tras una fiesta con otros compañeros con motivo de la celebración de la Virgen de Loreto, patrona de las fuerzas del aire, el pasado 10 de diciembre, según ha avanzado este jueves el programa Espejo Público, de Antena 3 y ha confirmado EL PAÍS. Defensa ha informado de que se han abierto diligencias en el Juzgado Militar Territorial de Sevilla.
La mujer, que lleva ocho años destinada en la base de Bobadilla, relata en su denuncia cómo salió a tomar algo con otros militares a un bar cercano, el pub Gabbana. Al día siguiente, cuando despertó, le dolía la cabeza y no recordaba nada. Se lo contó a un cabo mayor y a una compañera, que le hicieron una prueba para determinar si había sido drogada. Dio positivo en barbitúricos. La soldado ha presentado tres denuncias, la primera el día 12 y las otras, según ha contado, después de haber recordado más detalles de lo sucedido.
Una compañera de la soldado ha declarado que aquella noche había cola en el pasillo para acceder a la habitación de la denunciante y que los que estaban fuera esperaban a que el hombre que en ese momento estaba dentro aullase. Era la señal de relevo, según el relato ofrecido por el programa de Antena 3. La soldado afirma que recuerda haberse levantado a las cuatro de la madrugada para ir al baño y que en ese momento llevaba las medias puestas. Según recoge la denuncia, en ellas había restos de lo que parecía semen.
"Poco a poco me están viniendo recuerdos de lo que pasó esa noche. Tengo vagos recuerdos con la luz de la habitación encendida, un hombre de tez morena me movía mientras me cogía del brazo y me decía cosas. También recuerdo a otro hombre con una respiración muy profunda, notaba el contacto en su costado izquierdo", relata la soldado en su denuncia. La militar asegura que esa noche tenía pensado dormir en la habitación de una compañera, pero que esta se fue sin darle las llaves.
En la denuncia inicial, la soldado afirma que las cervezas que tomó aquella noche tenían un sabor amargo, pero que en aquel momento no le dio importancia. La mujer explica que un cabo mayor le contó que, sobre la una de la madrugada, la acompañó a la base militar porque estaba "un poco perjudicada", le puso el pijama, la acostó y se fue. La soldado recuerda que había acudido al bar con cuatro compañeros, aunque dos de ellos no se le acercaron y le pareció raro porque "siempre están de broma". Uno de ellos, cuenta, le presentó a un amigo suyo, un hermano de las limpiadoras con el que estuvo hablando.
En las denuncias posteriores, según asegura el programa Espejo Público, la mujer especifica que, en el bar, un grupo de hombres la rodearon, comenzaron a tocarla y, mientras ella intentaba evitarlo, uno de ellos le dijo al oído: "No veas cómo me vienes". Después, se alejaron y el cabo mayor que había ido al bar con ella se acercó a preguntarle qué había ocurrido. "Me sentí como un saco de carne", dijo ella, según recoge la denuncia.
SÓLO FALTABA QUE LAS MANADAS TAMBIÉN ACTUARAN EN EL EJÉRCITO,ESTO PARECE UNA LACRA MUY PELIGROSA Y RUIN.

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