Sobre la imprenta y sobre los libros impresos, se habló mucho en el pasado. Y el miedo a la difusión se coronó con una prohibición: "El índice de los libros prohibidos".
Sobre las redes se ha escrito mucho y se han dicho cosas fuertes: Que si al final tu aislamiento aumenta y tu salud mental disminuye. Que si al final solo lees lo que confirma tus creencias y te cierras, y te atontas... Que si te pueden robar tu identidad.
Sobre las redes se ha hablado mucho, ahora toca hablar de los pseudomedios. Esos espacios que se parecen a los diarios digitales: Que no tienen periodistas contratados, que no tiene propietarios conocidos, que no informan sobre el origen de sus recursos, que no citan las fuentes de sus noticias, que no verifican lo publicado, que mienten o exageran descaradamente....
Creo que Europa ya tiene una ley para resolver ese problema. Creo que el Gobierno socialista está trabajando para protegernos de la desinformación. ¡Para protegerse!, dicen algunos.
El otro día oía unas frases cuyo alcance y significado no acabo de ver: "Si las ayudas a los medios se concedieran en función de los periodistas contratados y no en función de las visitas, aumentaría el periodismo de calidad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario