POR SIGNOS Y MUGIDOS
Hay ya mucho escrito y hablado sobre la comunicación humana. Y alguien también ha tratado la comunicación y las relaciones sociales como un arte. Y creo que lo es. Nunca hemos tenido tantos medios de comunicación y, sin embargo, esta se ha vuelto un arte difícil. Creo que se habla poco desde la experiencia de uno y otro. Pues ya no se trata de un desvelar comprensible, sino que se suele partir de juicios desfavorables (sobre todo y con frecuencia cuando se trata de política), o de interpretaciones que no parten desde esa ordinaria experiencia humana que tienen tanto el hombre como la mujer de la calle. Y cuántas veces nos hemos encontrado con gente que se niega a hablar de política. Por demás, la gente con la que a diario me trato poco se para ante los medios de comunicación a reflexionar para comprender e interpretar.
Pero, en realidad, hablando de la comunicación humana, los cristianos tienen en Jesucristo un ejemplo, si de él en este tema se acuerdan. Pues en Jesucristo no habla la doctrina, sino la vida. De su experiencia del Padre (al que nunca define) habla a nuestra experiencia. Para Él lo que importaba no era la doctrina, sino la vida. Olvidamos con frecuencia que las cosas más fundamentales de la vida son las más elementales. Siguiendo su ejemplo, aún muchos se comunican a diario en familia y con amigos. Todo un ejemplo. Ojalá entre nosotros podamos sentir, soñar, vivir, escuchar, juzgar y comunicarnos con la mayor confianza. Y eso que parece tan difícil para algunos sea pronto una experiencia para todos.
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