Finlandia rompe su neutralidad y anuncia su intención de solicitar el ingreso a la OTAN «sin demora»
Esta decisión histórica rompe con la política de no alineamiento
Tanto el presidente de Finlandia, Suali Niinistö, como la primera ministra socialdemócrata Sanna Marin han dado hoy su apoyo al ingreso del país nórdico en la OTAN, un proceso histórico que rompe con la política de no alineamiento. «Finlandia debe solicitar el ingreso en la OTAN sin demora», defienden en el comunicado conjunto. Ambos habían mantenido silencio sobre su potencial apoyo par ano influenciar en el debate político y parlamentario que ha precedido a este paso, uno de los últimos requisitos para dar inicio al proceso. Ahora el gobierno de coalición y la cámara parlamentaria Eduskunta formalizarán la solicitud.
«Hemos necesitado tiempo para que el Parlamento y toda la sociedad estableciesen sus propias posiciones libremente al respecto, también para establecer estrechos contactos internacionales con la OTAN y sus países miembros, así como con Suecia. Hemos querido darle a la discusión el espacio que requería», han señalado. Esta adhesión no está dirigida contra nadie», ha dicho Niinistö, tras la advertencia de Rusia de «consecuencias políticas y militares» si Suecia o Finlandia dan un solo paso en dirección hacia la Alianza.
« Ustedes han provocado esto. Mírense al espejo», ha sido su respuesta a Moscú.
Las declaraciones de los dos máximos altos cargos del Estado eran necesarias para que el país pueda iniciar el proceso de adhesión. Según fuentes internas de la OTAN, Finlandia presentará «en breve» de forma oficial la solicitud, lo que significa al final de esta semana o principios de la siguiente. Y Suecia hará un anuncio similar el domingo, después de una reunión decisiva que mantendrá ese día el Partido Socialdemócrata Sueco. La admisión será un mero trámite, «presentarán la solicitud y se les otorgará la admisión al proceso», explica un diplomático de la Alianza.
Los 30 miembros actuales deben estar de acuerdo, pero el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha señalado recientemente en varias ocasiones que existe un amplio apoyo.«Si no es ahora, ¿cuándo?», añade un segundo diplomático, que cuenta con que la OTAN aprobará rápidamente ambas solicitudes de ingreso, ya sea en o antes de la cumbre prevista en Madrid a finales de junio. «No esperaremos a la cumbre si es posible», avanzan las mismas fuentes. «Después, durante el proceso de ratificación de un año, los aliados proporcionarán una mayor presencia de tripas en la región, realizarán allí más ejercicios militares y patrullas marítimas en el mar Báltico, y potencialmente enviarán fuerzas estadounidenses y británicas a Finlandia y a Suecia», adelantan.
Un nuevo capítulo en la Guerra Fría
La adhesión de estos dos estados a la Alianza es de gran importancia estratégica. Finlandia tiene una frontera con Rusia de unos 1.300 kilómetros de longitud y, como miembro de la OTAN, cambiará enormemente el equilibrio de poder en la región. Mientras se hace efectivo, Niinistö y el primer ministro británico Boris Johnson firmaron ayer una declaración de garantías mutua de seguridad ante una posible agresión rusa. Esta declaración, similar a la firmada horas antes por Johnson y la primera ministra sueca Magdalena Andersson, implica un compromiso de asistencia mutua, incluida la ayuda militar, en caso de sufrir un ataque armado o un desastre natural.
El acuerdo establece además una mayor cooperación bilateral en áreas como la inteligencia militar, tecnología, compra de armas y ejercicios militares conjuntos. «La invasión rusa de Ucrania ha cambiado la ecuación de seguridad en Europa, nuestra realidad se ha reescrito y ha modificado y modelado nuestro futuro» justificó Johnson durante la rueda de prensa conjunta, «ha supuesto reabrir un nuevo capítulo de la Guerra Fría».
Por su parte, el presidente finlandés dijo que el acuerdo «aumenta mucho» la seguridad del país nórdico e insistió en que la eventual entrada de su país en la OTAN no supone una amenaza para nadie, sino un instrumento para aumentar la propia seguridad. «Si Finlandia aumenta su propia seguridad, no se la quita a nadie», sentenció. «Finlandia y Suecia han sido neutrales durante mucho tiempo por elección, pero ahora esa neutralidad se había convertido en una exigencia de Rusia y eso supone un cambio radical».
Este giro ha sido posible gracias al entendimiento y complicidad entre las dos primeras ministras, que desde el principio pusieron como condición dar el paso de forma conjunta o no darlo. Ha supuesto además una rectificación histórica de dos partidos socialdemócratas ideológicamente opuestos durante décadas a la OTAN. La más decidida ha sido sin duda Sanna Marin (Helsinki, 1985), la primera ministra más joven de Europa y que desde el minuto cero asumió que «si damos el paso debemos prepararnos para riesgos e influencias difíciles de anticipar, como un incremento de la tensión en la frontera con Rusia», así como que «nos convertiremos en objetivo de actividades de influencia híbrida de amplio alcance». Estos riesgos constan en el informe que el Gobierno finlandés ha presentado al Parlamento y sobre el que se toma la decisión.
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