Carlos Alcaraz: «Físicamente soy un toro»
El murciano habla con ABC sobre su eclosión, sus orígenes y sus retos unas horas después de levantar en Madrid su segundo Masters 1.000, con 19 años
Se divierte en la pista y lo hace el doble en la celebración, abrazo personalizado con su equipo, abrazo en grupo, cuarenta minutos de fotos con la familia en el vestuario. Es un momento único para todos, tíos, padres, abuelos, tíos abuelos, primos. Campeón del Mutua Madrid Open tras batir a Nadal, Djokovic, Zverev; el más joven en conquistarlo. Tras el confeti, el chaval de casa pasa a ser la estrella: televisiones, radios, plató de twitch, redes sociales, rueda de prensa y todavía tiene la sonrisa puesta cuando, tres horas largas después de conquistar Madrid, se para a hablar con ABC y Marca, los dos medios oficiales del torneo. Profesionalidad y naturalidad sin aparentes máscaras ni dobleces. Pulsera con raquetitas en la mano que también lleva el Rolex.
Es el chaval de 19 años de El Palmar (5 de mayo de 2003) y el campeón en la misma persona. Seriedad cuando se le pregunta por el camino, ojos achicados, casi inexistentes, para darle más espacio a la sonrisa cuando ríe y habla de sueños.
¿Qué se le pasa por la cabeza tras la doble falta de Zverev?
Se me ha pasado por la cabeza todo el esfuerzo. Sobre todo de toda la semana. Ha habido días complicados, acostarnos muy tarde, descansar poco, comer regular y los problemas físicos que, al final de la semana, siempre están ahí. Todo el esfuerzo que hemos hecho yo y todo el equipo, la verdad es que muy contento.
Zverev comentó que ahora mismo es el mejor del mundo, ¿lo piensa usted también?
No, no lo pienso. Para mí, el mejor del mundo es el que está uno y es el que se lo merece. Ahora está Djokovic, yo soy seis, me quedan cinco tenistas por delante para ser el mejor del mundo.
Hablando de Djokovic, ¿qué le impresionó más del partido?
A lo mejor no lo toman como un gran sacador, pero para mí ha sido el jugador que más difícil me lo ha puesto para restar. Su saque, las direcciones. No le leía el servicio. Eso es lo que más me impresionó. A parte del gran nivel que tiene de fondo. Porque una cosa es verlo en la tele y otra cosa es vivirlo enfrente. Pero sobre todo es el saque, es uno de los jugadores al que más me ha costado restarle.
Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, ganó Madrid en 2003, conquistó Roland Garros ese año y terminó número 1. ¿Va a seguir sus pasos?
Obviamente. Es un buen objetivo. Ganar aquí me da mucha confianza de cara a Roland Garros y es algo que tengo como objetivo. Esperamos terminar mi gran objetivo del año que es ganar un Grand Slam, en París.
Con vistas a Roland Garros, ¿le dan especial respeto los partidos a cinco sets, que no tienen nada que ver con los de a tres sets?
Para nada. Me considero un jugador que tiene muy buen físico. Físicamente… como decimos con mi equipo, creo que soy un toro. No me da miedo, estoy preparado para jugar cinco sets contra los mejores, partidos larguísimos. Es más, lo tengo como ventaja, estar bien físicamente.
¿Qué Grand Slam es el que más ilusión le hace ganar?
Cuando era pequeño me veía ganando Roland Garros. Pero ya ahora he jugado los cuatro, he vivido los cuatro. Todos son espectaculares, todos me han gustado muchísimo. Wimbledon quizás por la esencia, por la elegancia que tiene el torneo. Pero es que también te puedo decir Nueva York, mis primeros cuartos de final ahí, lo que viví ahí fue superespecial... No te puedo decir uno en concreto. Al final me gustaría ganarlos todos.
A la hora de hacer las dejadas, ¿cuándo le saltan en la cabeza? ¿Las visualiza antes?
Sinceramente, Juan Carlos siempre me dice que la tenga pensada antes, pero para mí es imposible. Es algo que me sale natural, me sale al momento. Veo que he hecho un buen golpe, que veo al otro que está más atrás. Me sale solo en ese momento pensar en hacer la dejada. Es algo instantáneo.
Ferrero dice después de las finales que aún no ha empatado con nadie. La próxima vez que se lo diga, ¿le va a contestar?
No, no. Me voy a quedar callado. Porque al final tiene razón. Estoy consiguiendo cosas bastante grandes, creo yo, bastante rápido, pero aún me quedan jugadores por delante, torneos por ganar. Me quedan muchas cosas por vivir, así que todavía no he empatado con nadie.
Pero ha ganado a Nadal en tierra, al número 1 en su primer encuentro, ¿qué retos se marca para no pasarse el juego demasiado pronto?
Seguir ganando partidos como los que he hecho aquí en Madrid, seguir ganando títulos. Mi objetivo ahora mismo para terminar el año es intentar ganar alguno de los tres Grand Slams que quedan. Eso es una gran motivación para mí y es por lo que voy a luchar.
¿Le da vértigo lo rápido que está yendo todo?
Para nada, para nada. Soy un chico que asimila bien las cosas, que tiene claro su objetivo, que es ser número 1 del mundo, que todavía no lo he conseguido. Estos triunfos hay que disfrutarlos. Viene bien desconectar y disfrutar. Pero al final no me vengo arriba por ganar, por estar consiguiendo lo que estoy consiguiendo muy rápido. Tengo claro que hay que seguir trabajando para conseguir mi sueño que es ser número 1 del mundo.
Se expresa con la firma en la cámara también, ¿lleva pensadas las dedicatorias o le salen en el momento?
Me salen en ese momento. Este torneo es superespecial. Es el primero al que vine cuando era pequeño. Soy un chico familiar. Me encanta estar en Murcia, con la familia y los amigos y nunca voy a perder esa esencia mía de ser familiar, de saber de dónde vengo, de mi club, de El Palmar, del pueblo donde me he criado. Me sale solo lo de pensar en mis orígenes.
Se considera un chico normal. ¿Le ayuda a esa normalidad vivir en Murcia, en El Palmar, en Villena?
Totalmente. Ahora mismo volveré a casa. Sí que es verdad que me cohíbo de hacer muchas cosas al salir, al exponerte mucho. Porque al final la gente te va conociendo más, pero con los de mi entorno me siento un chico normal, cuando voy con los amigos, cuando voy a cenar, estoy con la familia. O en Villena. Me considero un jugador más cuando estoy en la Academia, un chico más cuando estoy en casa con los amigos. Eso es lo que realmente ayuda para luego estar enfocado al cien por cien en tu trabajo, que en mi caso es el tenis.
¿A qué juega con sus hermanos?
Alguna vez juego a la videoconsola si estoy en casa, o algún juego de cartas. Pero cada vez que voy a Murcia sí que es verdad que es un no parar, para arriba, para abajo, amigos, etcétera. Y no estoy tanto tiempo en casa digamos, pero cada vez que tengo tiempo sí que aprovecho para jugar con mis hermanos.
¿Le ha dado tiempo esta semana a jugar al ajedrez o a hacer siesta?
A jugar al ajedrez, poco, pero a hacer la siesta siempre. Siempre encuentras el hueco, siempre hacemos los horarios para luego echarme una buena siesta.
Al final, sigue siendo un joven de 19 años. ¿Pasa mucho tiempo en redes sociales?
Juan Carlos es algo que me dice bastante, que paso mucho tiempo con el teléfono, mucho tiempo en redes sociales. Es algo que tengo que ir mejorando, que tengo que saber ir desconectando de vez en cuando, pero bueno, sí, soy un chico que utiliza bastante el teléfono.
Siempre comenta que no le gustan las comparaciones con Nadal, pero ha mordido el trofeo, cosa que hace él.
No quería morder el trofeo, pero los fotógrafos me han dicho que lo mordiera. Ha sido cosa de los fotógrafos y eso que salga ahí por favor (señala las grabadoras). Porque al final me van a decir que ha mordido el trofeo como Rafa. No, no, no quería morderlo, pero los fotógrafos me lo han dicho y yo hago caso.
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