La falsa denuncia homófoba: el relato inventado ante la Policía de lo que nunca ocurrió
El joven de 20 años declaró que fue asaltado al entrar en el portal y que le amenazaron con una navaja en el cuello
El relato que realizó ante la Policía Nacional el domingo por la noche el joven que se inventó el ataque de una manada homófoba está repleto de detalles que llevaron a los investigadores casi desde el primer momento a recelar de buena parte de la denuncia.
ABC ha tenido acceso al contenido de parte de la declaración del domingo pasado en la comisaría de Centro, que se produjo cinco horas después (sobre las diez y media de la noche) de la hora en que el joven, de 20 años y español, estableció el falso ataque.
Se presentó en la calle de Leganitos, después de pasar por la Fundación Jiménez Díaz para que le curaran las heridas. Unas lesiones que explicó
que se habían producido a las 17.15 horas cuando regresaba a su casa de la compra, en el barrio de Malasaña.
Según explicó, le asaltaron ocho encapuchados con sudaderas negras y capuchas blancas, al grito de «Maricón, eres un maricón». «Me metieron en el portal, me amenazaron con una navaja en el cuello», relató. Puesto contra la pared, le insultaron más: «Maricón, comemierda, asqueroso». Dijo que les escuchó hablar del «anticristo». Dijo que le amenazaron con rajarle la boca, y de ahí el corte que presentaba en el labio inferior.
Y añadió: «Me agarraron de piernas y brazos. Me arrancaron la camiseta y la gorra. Me bajaron los pantalones, la ropa interior y me rajaron los dos cachetes del culo». Entonces, una mujer pasó delante del portal, dijo, y les llamó la atención, momento en que sus atacantes se fueron corriendo.
Acudió a la Jiménez Díaz
Subió a su casa, llamó a su novio y le pidió que fuera «a coserle las heridas del culo». Aquí el relato se enrevesa más, porque asegura que su pareja se encontró a dos agentes y les refirió lo ocurrido y que debían acudir a que le viera un médico. Se fueron a la Fundación Jiménez Díaz, donde le hicieron las curas. Con el parte de lesiones, fue a denunciar ante la Policía Nacional.
A partir de ahí, comenzó la investigación, a cargo de una treintena de funcionarios de la Policía Judicial de Centro y el Grupo de Delitos de Odio de la Brigada Provincial de Información. Habida cuenta de la aparente falta de testigos, las grabaciones de las múltiples cámaras de seguridad del barrio y también de la estación de Metro más cercana, la de Tribunal, se antojaban imprescindibles.
En las cámaras solo salía él
Sin embargo, el posterior visionado de lo captado el sábado y durante todo el domingo no arrojaba ningún indicio de que lo referido por el denunciante fuera cierto. Se le veía a él solo. Ni rastro de los ocho encapuchados ni de ningún grupo sospechoso.
Fuentes del caso indican que al menos cuatro veces se entrevistaron entre el domingo y ayer por la tarde con la falsa víctima, hasta que se desmoronó y reconoció que el asalto era falso. Que no hay ninguna manada atacando a homosexuales en Madrid. Que había quedado con dos hombres en una vivienda para mantener relaciones consentidas y que en una práctica sadomasoquista le grabaron a navaja la palabra 'maricón'.
EN ESTE PAIS QUE TODO VALE
No hay comentarios:
Publicar un comentario