Huida de funcionarios de las cárceles vascas
Este es el coste de algunas decisiones irreflexivas del Gobierno
Cuando el 1 de octubre empiece a aplicarse la transferencia al País Vasco de las competencias en materia de prisiones, el lendakari se encontrará con que nueve de cada diez funcionarios de instituciones penitenciarias quieren marcharse de esa autonomía, y solicitar plaza en cualquier otra cárcel de España. Este es el coste de algunas decisiones irreflexivas del Gobierno, cuando en lugar de plantearse el perjuicio que puede ocasionar a nuestra función pública, cede competencias esenciales al nacionalismo a cambio de votos para sobrevivir toda la legislatura. Sea un método de presión de los funcionarios para llevar al límite la situación, o sea la ‘lendakaritza’ quien pretenda monopolizar las cárceles con funcionarios exclusivamente vascos por aquello de llevar lo identitario hasta el extremo, lo cierto es que puede convertirse en un conflicto severo. No es bueno que los funcionarios se encuentren incómodos, o incluso perseguidos, en una parte de España, y se tengan que marchar por criterios políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario