Elena Lucas: «La gente joven no quiere quedarse en los pueblos porque piensa que necesita más cosas para ser feliz»
Para ella, con una estrella Michelin en el restaurante que inauguraron sus abuelos, la «gastronomía es felicidad» y una seta del monte vale tanto «como una langosta»
Los abuelos de Elena Lucas abrieron La Lobita, en Navaleno, Soria, como una casa de comidas. Sus padres hicieron crecer el negocio y ella lo ha llevado a lo más alto de la gastronomía, tanto que ha conseguido una estrella Michelín y el reconocimiento a su cocina creativa, de base tradicional y con especial atención al producto.
Lucas es un caso ya poco frecuente, porque en lugar de irse a conquistar el mundo ha elegido quedarse en su tierra y en la empresa familiar. «Yo quería vivir y trabajar donde mis padres y mis abuelos lo habían hecho», reveló a Gastronomía ABC en el congreso Féminas, en Asturias, donde fue una de las ponentes.
«La gente joven no quiere quedarse en los pueblos porque piensa que necesita más cosas para ser feliz, y al final el triunfo no es la felicidad sino al revés», sostuvo la chef soriana, quien dijo que en su caso supo «convertir esas debilidades en fortalezas».
En el gran encuentro de cocineras Lucas presentó, cómo no, platos con setas. Es conocida como 'la chef de la trufa negra' por sus amplios conocimientos sobre este producto, que incorpora profusamente a su carta con variedad de texturas y tratamientos, incluso en postres.
«Me di cuenta de que el recurso que tenía más a mano y más viable eran las setas», algo que para ella destaca en la cocina porque es muy versátil, pero aún poco conocido o infravalorado, tanto que para la chef de La Lobita «es igual una langosta que un boletus».
NO ESTÁN PREPARADOS PARA ELLO
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