El volcán no está dormido: su actividad continúa y ya ha vertido 46,3 millones de metros cúbicos de material
Esto puede producirse por un cambio en el conducto, con una disminución del contenido de gas y menor lava en su interior
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha resaltado que la paralización de la actividad y la reducción de la intensidad del volcán de La Palma «no sorprende» porque es algo «normal en las erupciones de volcán fisural estromboliano» que tiene «continuidades y discontinuidades».
Esta bajada súbita de intensidad sorprendió a todos los habitantes, vecinos y visitantes que por dos horas dejaron de oír el rugido del volcán de Cumbre Vieja, que lleva sin parar un segundo desde el pasado domingo a las 15.12 horas, pero no a los expertos, que lo valoran como «habitual» y fruto de un «reajuste magmático».
Esto puede producirse por un cambio en el conducto, con una disminución del contenido de gas y menor material disponible por debajo de entrada al sistema, entre otras hipótesis.
En la zona sur, de Jedey y Fuentaliente, se ha reactivado la actividad sísmica, aunque los vecinos, en su mayoría, no lo han sentido. La señal del tremor ha bajado en las últimas horas, en un enjambre sísmico que se ubica las mismas áreas y profundidades que el inicial registrado desde el 11 de septiembre. El primero de los parones en su actividad estromboliana se produjo a las 4.10 de la mañana y se prolongó durante 20 minutos.
La colada que discurre al norte del cono volcánico se aceleró en la pasada noche, moviéndose con rapidez y superando en su avance al mar la glorieta de Todoque. Con ella condujo materiales al norte de la montaña de Todoque, donde al encontrarse con una pendiente modificó su ruta y ha pasado a rodear el sur de la montaña. Se prevé que esas dos coladas que ha separado la montaña, una de ellas ralentizada a causa de una vaguada, vuelvan a unirse una vez la superen.
300 vecinos confinados
Además, sigue habiendo dos coladas: la del sur tiene unas velocidades muy bajas y la del norte se ha dividido en dos dedos -el que va por el norte se encuentra ante una pendiente importante y se ha ralentizado y probablemente redondee la montaña de Todoque para volverse a unir al que va por el sur, donde confluirán-, según ha expuesto Blanco.
Sin embargo, ante la posibilidad de que la lava alcance la costa y se ocasione un choque térmico, con explosiones y vaporización de determinados gases, ácido clorhídrico entre ellos, el comité de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), decidió proceder al confinamiento de unas 300 personas en San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y la Condesa.
La calidad del aire de La Palma, por otra parte, «es buena y no hay peligro para la salud» pero de manera preventiva se ha solicitado el confinamiento ante la llegada de la lava y el choque término que se produce en su enlace con el Atlántico. Aún así, el director técnico del Involcán destaca que la más cercana a este lugar de las cuatro poblaciones confinadas está a más de tres kilómetros por lo que la afección sería «mínima», básicamente «pequeños problemas en ojos y bronquios». Una nube sobrevenida con estos gases «se diluiría rápidamente», por lo que se trata más de una acción preventiva que peligrosa.
A las 5.600 personas evacuadas inicialmente se sumaron 160 personas de Tacande de Arriba y Abajo y Tajuya, que ya han podido regresar a sus hogares, a los que se unen los ahora confinados, en torno a 300 personas.
Ahora mismo hay garantías de seguridad y desde este comité piden a la población atención a los canales oficiales de información.
Por su parte, la directora del Instituto Geológico Nacional (IGN), María José Blanco, ha descartado la lluvia ácida para las próximas 24 horas y ha señalado que la actividad del volcán podría «tener pulsos de más o menos intensidad».
El volumen de material en colada y en el cono volcánico, como ha indicado Blanco, es de 46,3 millones de metros cúbicos, superando así a los 43 que expulsó el volcán Teneguía en 1971.
Por su parte, la deformación de la corteza de La Palma, sigue estable en su línea horizontal y en disminución en su vertical.
La lava del volcán ya ha afectado a 513 viviendas y una superficie de 237,5 hectáreas, un incremento de 27,5 en 24 horas, como ha señalado el programa de seguimiento Copernicus, que apunta a 18,9 kilómetros de carreteras destruidas.
El área cubierta de cenizas ya son 1.507 hectáreas y ya han llegado a la capital palmera, Santa Cruz de La Palma. Los bomberos y diferentes equipos de trabajo han trabajado casa por casa en zonas evacuadas para liberar los tejados del peso de esta ceniza, que puede provocar derrumbes.
SE VA A TERMINAR
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