El acoso online de menores de edad se disparó un 55% durante la pandemia
La Fiscalía advierte del «alarmante» incremento de los delitos contra la libertad sexual en internet
La memoria de la Fiscalía General del Estado, presentada este lunes con motivo de la inauguración del Año Judicial, alerta sobre el «preocupante» ascenso de los delitos contra la libertad sexual en internet y en particular, de los que afectan a menores de edad: El «child grooming» o acoso de niños y niñas en la red por parte de adultos, creció de nuevo el año pasado un 50% y ya acumula una subida del 175% respecto de 2018.
Conforme explica la Fiscalía, «las inmensas posibilidades» que ofrece internet «están teniendo una demoledora influencia en la planificación y ejecución de este tipo de conductas delictivas y en concreto en el acoso online a menores con fines de carácter sexual y en la elaboración, distribución y puesta a disposición de terceros de material pornográfico». Habla de «auténticos depredadores sexuales» en la red.
«Esta situación ha ido agravándose con el paso de los años, a medida que las tecnologías han ido capilarizando las relaciones personales y sociales, y ha encontrado en las medidas de confinamiento derivadas de la infección por COVID-19 un perverso entorno facilitador», detalla la memoria anual.
Incide en que los menores se han visto «obligados a la utilización permanente de dispositivos informáticos, incluso para la realización de sus actividades escolares incrementando, de esta forma, su exposición al riesgo». El cóctel se completa, según la Fiscalía, con progenitores o tutores «en ocasiones más preocupados por las circunstancias sanitarias, económicas o sociales que por la atención a la actividad online de sus pupilos» y «una buena parte de la población adulta más ociosa y sin otro medio de entretenimiento» que la red.
«Todo ello ha determinado –y así lo reseñan los cuerpos policiales y también muchos de los/as fiscales delegados/as– un aumento en la demanda y, en definitiva, en el tráfico de pornografía infantil en la red y, por ende, un mayor riesgo para el colectivo de personas menores de edad de sufrir conductas de ciberacoso ya sea con la finalidad de elaborar material pornográfico o incluso de llevar a efecto abusos sexuales en el entorno tecnológico», explica.
El cibercrimen crece
Los datos arrojan una consolidación de la tendencia al alza que vienen experimentando los ciberdelitos desde la puesta en marcha de esta especialidad en el año 2011. En 2020 se incoaron 6.914 asuntos, un 28,69% más que en el año anterior, y eso que el ascenso se vio amortiguado por el parón con la pandemia. En 2019 habían subido un 45% respecto de 2018.
Aunque la cuarta parte de estos procedimientos lo son por delitos contra bienes jurídicos personalísimos -75% contra el patrimonio y el grueso de ellos, mediante estafa-, las amenazas y coacciones en la red subieron el año pasado un 30% y el acoso, un 10.
«Esto se explica porque son las conductas que más habitualmente se denuncian y porque existe una cifra oculta de criminalidad en otros ilícitos, como los atentados contra la libertad e indemnidad sexual de los menores», dice la Fiscalía.
En total, el 8,5 por ciento son delitos contra la libertad sexual de niños y adolescentes, un 18,45% más que en 2019. Dentro de este grupo se incluyen los ilícitos de pornografía infantil, que, conforme explica la memoria anual, «presentan estabilidad respecto de años anteriores», no obstante, los «datos no parecen responder a la evolución real de la elaboración y tráfico de este material ilícito, pues no suelen ser objeto de denuncia».
En este sentido, la memoria cita un informe elaborado en abril de 2020 por el Departamento de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil sobre actividades vinculadas a la explotación sexual de menores en internet. Concluyó que los reportes del Centro Nacional para Menores Desaparecido y Explotados de Estados Unidos dirigidos a España se incrementaron diariamente tras la declaración del estado de alarma en un 449% –de 105 a 578 reportes diarios– y escalaron un 730% en el confinamiento duro.
Al final, «pese a la ralentización de la tramitación procesal por la pandemia», se presentaron 3.207 escritos de acusación, un 12,64% más que en 2019 y frente al 40 que habían subido en el ejercicio previo. El grupo más amplio lo fueron por estafa (45,62%), seguido de amenazas y coacciones (12,13%), de pornografía infantil (8,98%) y de descubrimiento y revelación de secretos (6,17%). Los delitos contra la libertad sexual en el entorno online ascendieron al 15,93%.
ESPAÑA PARAISO DE LOS DELINCUENTES
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