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sábado, 25 de septiembre de 2021

CUIDAR LO QUE SE DICE.

NO TODO VALE

Hablar de "la manifestación fascista de Chueca" es olvidar que una de las poquísimas cosas que nazis y fascistas hacían bien, mejor que nadie, eran desfiles y manifestaciones. La charada de Chueca, más que una manifestación fascista parecía un Halloween extemporáneo y cutre. Siniestro. Una chusma de unas docenas de adefesios... Si eso es lo que queda o lo que vuelve del fascismo, alegrémonos; no será necesario un nuevo Desembarco de Normandía; bastará con una manguera, escobas y detergente para dejar las calles limpias. ¿De dónde le viene a la izquierda esa necesidad compulsiva de batallar contra un fascismo de trampantojo?

"Cui prodest scelus, is fecit", el beneficiado por la fechoría es su autor. Lo de Chueca se inscribe en la serie negra de las balas "on line", de la navaja con mercromina y remitente y, sobre todo, del episodio de sadomasoquismo entre gays (por lo tanto, en el ámbito del LGTBI), del que salió un chaval con el culo lacerado y el Gobierno con el suyo al aire; que es muy probablemente lo que se quiso tapar con la tanga de Chueca; o distraer de lo de Mondragón, o del subidón imparable de la luz. En fin, poco paño lo de Chueca para cubrir tantas partes pudendas al desnudo.

Todo hace pensar en algún Villarejo cobijado aún en las zahúrdas de Interior, que organiza estas performances por encargo, con algún comando con contrato "fijo discontinuo". Se trataría de resucitar las "camadas negras" del inicio de la Transición, con el fin inconfesado por inconfesable de convertir en capital de los horrores al Madrid que preside Ayuso, "una tipa peligrosa para la democracia". ¿Peligrosa Ayuso? No, letal: pregúntenselo a Gabilondo, a Iván Redondo, a Pablo Iglesias.

Gente de izquierda, tan vigilante con los delitos de odio, le llama a Isabel Díaz Ayuso, seguramente con mucho cariño, "IDA", "Isabelita Malasaña", "individua", "tipa"... Como tendrá comprobado cualquier lector de LA NUEVA ESPAÑA que transite por esta sección. Dicho sea de paso, lo de "Vinieron por los judíos, vinieron por los comunistas, ahora vienen por mí" no es de Bertolt Brecht (aunque hay individuos que no se enteran).

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