Cenizas, dióxido de azufre y otros gases tóxicos que libera el volcán de La Palma
No solo preocupa la lava, también las emanaciones tóxicas que están saliendo a la superficie
La erupción de La Palma ha emitido ya más de 20.000 toneladas de dióxido de azufre, uno de los gases peligrosos que emanan de las bocas del volcán. No es el único riesgo. Además de los ríos de lava que calcinan a su paso todo lo que tocan, preocupa la calidad del aire. Durante el periodo de actividad volcánica hay emanación de vapor de fuego y agua, pero también salen a la superficie gases tóxicos como el dióxido de carbono (CO2), el dióxido de azufre (SO2), ácido clorhídrico, mercurio, magnesio y bromo y arsénico, entre otros.
Los efectos nocivos de los gases volcánicos generalmente quedan restringidos a un radio de 10 kilómetros del centro emisor. Pero la exposición poblacional está vinculada a la intensidad y duración de la actividad volcánica, así como de la altura del volcán, las características topográficas y los fenómenos meteorológicos.
Esta combinación de gases con el esparcimiento de cenizas puede causar problemas de dificultad respiratoria que puede afectar más a las personas que ya tienen problemas respiratorios. En general, la contaminación del aire en zonas relativamente alejadas del volcán solo causar problemas puntuales, que son reversibles.
Protegerse con ropa
El Gobierno canario ha pedido a la población que use ropa que le proteja brazos y piernas e intente no salir de casa. Y si tiene que hacerlo, que lo haga con precaución. La ceniza volcánica posee elementos incandescentes que puede provocar irritaciones en la piel, daños en las vías respiratorias y en los ojos. Por ello, se recomienda cubrir ojos y boca si se debe salir y estar expuestos. Además de mantener las puertas y las ventanas de las viviendas cerradas.
Los servicios de protección vigilan la dispersión de estos gases hacia áreas habitadas, para detectar si las concentraciones sobrepasan los estándares de calidad de aire. Esto es crucial porque este tipo de contaminación puede ser muy peligrosa.
La historia de las erupciones nos recuerda que una exposición grande o masiva con estos gases puede ser fatal, simplemente por asfixia. Las emanaciones de CO2 fueron responsables de la muerte de alrededor de 1,700 personas en el lago Nyo y más de 30 personas en el lago Monoun, Camerún, en 1986 y 1984, respectivamente.
Pero estas tragedias no solamente han tenido lugar durante las erupciones volcánicas. Las concentraciones de vapores de mercurio detectadas en regiones volcánicas, sobrepasan las recomendadas por la OMS y su acumulación ha sido detectada en profesionales expuestos como son los vulcanólogos, guías, empleados de la industria geotérmica.
Lluvia de cenizas
Las emisiones volcánicas pueden dañar la salud humana y también contaminar el hábitat natural, ya sea a través de las emanaciones gaseosas o de las llamadas “lluvias de cenizas”. Tanto los gases disueltos como las partículas sólidas pueden afectar en diverso grado la calidad del agua, comprometiendo el abastecimiento de agua potable.
ES MUY GRAVE
No hay comentarios:
Publicar un comentario