Pfizer recorta a la mitad el número de dosis de su vacuna que espera fabricar antes de finales de año
La compañía mantiene sus proyecciones de producir más de 1.000 millones de dosis durante 2021.
Los laboratorios alemanes BioNTech registran esta mañana fuertes caídas en la bolsa de Frankfurt, después de que Pfizer, la farmacéutica estadounidense con la que ha desarrollado una vacuna contra el covid-19, haya reconocido esta noche que hasta finales de año solo podrá suministrar la mitad de las dosis previstas debido a problemas con la puesta a punto de la cadena de suministro: en lugar de los 100 millones de dosis originalmente pronosticados, solo 50 millones se distribuirán en todo el mundo antes de fin de año.
El problema ha sido dado a conocer por medios estadounidenses y no ha sido confirmado todavía por la sede de la empresa alemana en Maguncia. «Vamos tarde. Algunos de los primeros lotes de las materias primas no han satisfecho los estándares. Lo hemos solucionado, pero nos ha faltado tiempo para alcanzar las proyecciones», ha admitido un portavoz de Pfizer en declaraciones a The Wall Street Journal. Horas más tarde, la portavoz de Pfizer, Jessica Pitts, ha desmentido las informaciones periodísticas, al menos su novedad, explicando que «ya anunciamos en nuestras comunicaciones externas en la segunda semana de noviembre que entregaríamos hasta 50 millones antes de fin de año». La vacuna contra la pandemia no solo ha generado enormes expectativas sanitarias, sino también grandes expectativas financieras, y cualquier información interesada al respecto es capaz de mover en los mercados ingentes cantidades de dinero, en una descarnada batalla por hacerse con los beneficios.
Pfizer mantiene sus proyecciones de producir más de 1.000 millones de dosis durante 2021, cuando la vacuna comenzará a inyectarse en la población general y comenzará la verdadera campaña mundial para inmunizar contra la pandemia, tal como señaló el pasado 1 de diciembre cuando la compañía.
«El aumento en la producción de las materias primas necesarias tomará más tiempo de lo esperado», es la explicación que han publicado los medios norteamericanos, que citan fuentes anónimas. Una persona que participa directamente en el desarrollo de la vacuna habría declarado que la calidad de los materiales de partida era inadecuada. También habría sugerido que los resultados de uno de los estudios clínicos han estado disponibles más tarde de lo esperado.
Aún no está claro qué significaría ese cuello de botella para el inicio de la vacunación en Europa. Pfizer obtiene sus materias primas de proveedores tanto de EE. UU. como de Europa, pero ha sido en EE.UU. donde se ha dado el problema, aunque el gigante farmacéutico no proporciona ninguna información sobre las sustancias involucradas. Las vacunas generalmente contienen antivirales, fluidos antisépticos, agua esterilizada y elementos de ADN del propio virus. Este ADN viral no causa síntomas graves, pero hace que el sistema inmunológico produzca anticuerpos. Las empresas farmacéuticas suelen esperar a que se apruebe su producto antes de comprar materias primas, establecer procesos de producción y cadenas de suministro para enviar una vacuna. «En este caso, todo ha sucedido al mismo tiempo», explica un técnico familiarizado con el desarrollo de Pfizer. «Comenzamos a construir la cadena de suministro en marzo, mientras aún se estaba desarrollando la vacuna. Esto nunca ha sucedido antes», describe. Pfizer, por lo demás, nunca ha elaborado una vacuna con una tecnología que utilice ARNm. Los ARNm son los mensajeros moleculares que transmiten instrucciones genéticas a las células del cuerpo humano. A diferencia de lo habitual, la producción de vacunas había comenzado mientras la investigación aún estaba en curso.
La UE ha encargado a esta empresa un total de 200 millones de dosis de vacunas con opción a otros 100 millones.
ESTO NO ES MUY CONVENIENTE
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