«Ocuparon otro hotel el miércoles; ya son 7.000 inmigrantes»
Los empresarios piden que los «sin papeles» vayan a los centros que el Gobierno prometió.
En los ayuntamientos de los municipios más turísticos de Gran Canaria respiran después de meses de agobio y unas últimas semanas de angustia. Comprueban cómo la situación, aunque complicada, no es tan extrema como hace un mes. «Está más calmado el ambiente», aseguran fuentes oficiales del Consistorio de San Bartolomé de Tirajana. Esta localidad y Mogán son los dos puntos donde más «sin papeles» están realojados en estos momentos, no sin polémica.
El presidente de los hoteleros canarios, José María Mañaricúa, insiste en que los establecimientos turísticos deben recuperar su uso tradicional para, una vez superado el peor momento de la emergencia migratoria, poder reactivar la economía local. Reconoce, además, que siguen entrando «sin papeles» a establecimientos hoteleros pese a los anuncios del Gobierno para habilitar más recursos asistenciales, como carpas e instalaciones militares.
«El otro día [por el miércoles] ocuparon otro hotel y ya hay unos 7.000 inmigrantes en espacios que necesitamos que se activen cuanto antes para generar economía. En Canarias, el 35% del PIB es turismo y el 40% del empleo depende directamente de este sector», detalla Mañaricúa, que critica la pasividad del Ejecutivo en los momentos iniciales de esta crisis y su lentitud a la hora de poner en marcha los recursos asistenciales anunciados hace dos semanas: «El Gobierno no ha dado la talla».
Ultimátum
La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, ha lanzado un ultimátum a los empresarios hoteleros que actualmente acogen en sus instalaciones a inmigrantes irregulares llegados a las islas en los últimos meses. «Los hoteles de mi municipio deben estar vacíos el próximo 31 de diciembre. Si no están vacíos, se les abrirá un expediente sancionador que podrá oscilar entre los 6.000 y los 150.000 euros por hacer un ejercicio distinto al que tienen en el título habilitante», resume la alcaldesa, quien manifiesta que los vecinos de su localidad ya están menos preocupados después de que el flujo migratorio se haya reducido algo en las últimas dos semanas.
«Los vecinos de Arguineguín ya están tranquilos, pero todavía tenemos once hoteles que acogen a inmigrantes. Cuatro, eso sí, ya me han confirmado que van a cesar esta actividad en breve», explica Bueno, pendiente de ver cómo evoluciona la situación en los próximos meses. Ahora hay más calma, aunque como exponen desde el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, «en la calle sigue quedando gasolina, pero de momento no ha caído la chispa».
ES EL EFECTO DE LLAMADA QUE QUIERE EL GOBIERNO.
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