Los socios de Sánchez arrancan casi 4.000 millones a cambio de su «sí»
Los 188 apoyos a las cuentas tienen coste: los independentistas se llevan 2.700 millones y cesiones políticas
ERC, PP y Vox unen fuerzas para aprobar ayudas sociales por 2.900 millones, con el voto en contra de PSOE y Podemos.
El Congreso dio ayer luz verde a las primeras cuentas de la democracia pactadas con EH Bildu, heredero del brazo político de ETA, y dos partidos independentistas implicados en un golpe contra la Constitución, ERC y PDeCAt. El dictamen salió adelante con 188 votos a favor, frente a 154 en contra y ninguna abstención, reflejando la fuerte polarización existente en la Cámara Baja.
El número de apoyos es un éxito a nivel numérico para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puesto que obtiene una amplia mayoría absoluta que supera con creces la ajustada mayoría simple de 167 «síes» que obtuvo el día de su investidura. Sin embargo, esta ristra de apoyos no es gratuita sino que vale su peso en oro. Y la factura se cobra contra el erario público y las propias instituciones del país.
El premio gordo
La negociación de la fase de enmiendas concluyó ayer en el Congreso con un saldo de cerca de 3.700 millones de euros en cesiones del Gobierno a sus nueve socios a cambio del «sí». Una abultada cifra a la que hay que añadir importantes transacciones políticas, como la libertad de los presos independentistas, que ayer sobrevoló el último tramo del debate (ver información en página siguiente). Del citado importe, un total de 1.300 millones se ha transaccionado vía enmiendas mientras el resto, 2.340 millones, forma parte de acuerdos extraparlamentarios que incluyen inversiones y transferencias a Cataluña.
Del monto total, el premio gordo es para los partidos independentistas. ERC, EH Bildu y PDeCAt vuelven a casa con un total de 2.700 millones de euros bajo el brazo, de los que cerca de 2.450 corresponden a ERC, mientras que Bildu se asegura el control de fondos europeos por valor de 13 millones para un poyecto tecnológico aeronáutico y renaturalizar unas marismas de Guipúzcoa, además de inversiones en infraestructuras y ferroviaria por otros 50 millones hasta 2024.
El PDeCat, por parte, ha logrado obtener el traspaso de recursos de la red de Cercanías a la Generalitat, por 233 millones, e inversiones en Cataluña por otros 5 millones más. A esta cifra hay que añadir otras tantas enmiendas sin cuantificación exacta, como cambios en la Ley de Universidades.
El botín del PNV va aparte de todo ello. El grupo vasco, socio prioritario del Gobierno como recordó ayer la ministra de Hacienda, se anota 530 millones, además de cesiones tan señaladas como el traspaso de los cuarteles del Ejército en Loyola. La citada cantidad se distribuye en un fondo para la industria de máquina herramienta, especialmente presente en el País Vasco, de 50 millones, y otros 30 en distintas inversiones. La renuncia al impuesto al diésel, también peaje del PNV, supone además que las arcas del Estado dejarán de ingresar unos 450 millones cada año.
La aprobación de las nuevas cuentas marca un punto de inflexión en la legislatura y construye la nueva mayoría sobre la que el Gobierno quiere descansar la aprobación de sus políticas para los próximos tres años. Sus socios son los primeros interesados en seguir negociando y arrancando concesiones pero la votación de ayer dio la primera muestra de que los aliados de Sánchez no son precisamente fáciles de controlar.
No, a más ayudas
ERC dejó ver su nivel de lealtad al mantener enmiendas por la friolera de 2.900 millones que tenían visos de salir adelante con el voto de PP y Vox, pese a que PSOE y Podemos se habían posicionado en contra.
Este paquete hace un agujero adicional a un Presupuesto que organismos independientes como el Banco de España, el FMI o la Airef han calificado de irreal, sobre todo en lo que se refiere al cuadro macroeconómico y a las previsiones de ingresos fiscales. Pero además pone en entredicho banderas insignia del Gobierno, pues muchas de las aprobadas son enmiendas de carácter eminentemente social. Así, la unión de fuerzas de la oposición -votaron de la mano ERC, PP, Vox, Cs y EH Bildu junto a otros grupos pequeños-, permitió elevar los montos destinados a educación y dependencia, y aprobar fondos reactivas las zonas y colectivos más afectados por la pandemia.
En concreto, se incorpora a las cuentas una dotación extra de 566 millones para la dependencia, que sumará ahora 2.600 millones de euros. Igual suerte corrió otro paquete de tres enmiendas del grupo nacionalista catalán que va a elevar en 370 millones las partidas dirigidas a la educación infantil de 0 a 3 años -que recibirá 99 millones más-, los centros de educación primaria y secundaria con otros 170 millones y la formación profesional con otros cien.
Asimismo, prosperó la aprobación de tres fondos: uno de 275 millones para el transporte público municipal, otro de 1.500 millones para recuperar el empleo industrial en zonas afectadas por los cierres y otro de 200 millones para mejorar la empleabilidad de personas con discapacidad. El Gobierno acusó ayer al PP de intentar reventar el Presupuesto con su apoyo a estas enmiendas pero no las echará abajo en el Senado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario