España sigue cayendo en Matemáticas porque en los colegios se enseña mal y los profesores no están bien formados
La última edición del informe TIMSS pone de manifiesto la buena puntuación de la Comunidad de Madrid, muy por encima de España. Madrid obtiene 518 puntos en Matemáticas (502 de España) y 523 en Ciencias (511 de España).
Las matemáticas siguen siendo, nunca mejor dicho, la asignatura pendiente en las aulas españolas. Ya lo advierten los resultados de PISA que evalúan a los alumnos de 15 años, pero también arroja resultados similares el último informe TIMSS, de 2019, que evalúa a los estudiantes de 4º de Primaria en esta materia y también en Ciencias.
España alcanza los 502 puntos en Matemáticas, dos puntos por encima de la media. La caída respecto a la edición anterior (505 puntos en 2015), no es significativa pero el problema es que nuestro país nunca ha sobresalido en esta asignatura. Por ejemplo, en 2011 sacaba 482 puntos.
Y, además, en este informe no compite con la OCDE, como es el caso de PISA sino con naciones cuyos sistemas educativos no son especialmente sólidos como Filipinas, Pakistán, Montenegro, Marruecos o Sudáfrica y donde la media es de 500 puntos, estando solo dos puntos por encima. «En definitiva, 502 puntos es un resultado bajo», concluye Ismael Sanz, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y exdirector del Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación.
De hecho, la novedad del último informe PISA (2018) fue lo mal que lo hizo España en Ciencias, algo que llamó bastante más la atención que los resultados en Matemáticas. Entonces se sufrió una caída de diez puntos respecto a la edición anterior. Pero Matemáticas seguía dando el «mal ejemplo» y por eso sorprendía menos: cinco puntos por debajo en 2018 de la edición anterior
Los resultados en Ciencias en TIMSS tampoco son buenos, de hecho, caemos más que en Matemáticas. Se pasa de 518 puntos en 2015 a 511 en 2019. Aún así sigue preocupando Matemáticas: «Hemos bajado más en Ciencias que en Matemáticas, sí, pero aún bajando en Ciencias seguimos estando menos mal que en Matemáticas. De hecho, el estudio muestra que los alumnos españoles tienen menos confianza en sí mismos en ambas asignaturas respecto a la media internacional pero esa falta de confianza está aún más presente en Matemáticas y como bien sabemos los niños no mienten», apunta Sanz.
Falta de inquietud hacia las matemáticas
Uno de los problemas por los que España tiene peores resultados en Matemáticas puede atribuirse, según Sanz, a la falta de inquietud por las Matemáticas. Al 37% de los alumnos españoles de 4º de Primaria les gusta mucho las matemáticas por el 45% del promedio de países participantes de TIMSS. Al 39% les gusta un poco las matemáticas en España, por el 35% del promedio de TIMSS. Y al 23% de los alumnos españoles no les gusta las matemáticas por el 20% de los países participantes de TIMSS.
Los alumnos españoles a los que les gusta mucho las matemáticas obtienen 519 puntos, por los 500 a los que les gusta un poco y los 484 a los que no les gusta nada las matemáticas.
Para Sanz t ambién influye la confianza en sí mismo respecto a esta materia. El 27% de los alumnos españoles tienen mucha confianza en sí mismos para abordar las Matemáticas, el 43% tiene algo de confianza y el 30% no la tiene. Los porcentajes son diferentes para la media de los países participantes en TIMSS: el 32% tiene mucha confianza en sí mismo en Matemáticas, el 44% tiene algo de confianza y el 23% no tiene ninguna confianza. Los alumnos españoles de 4º de Primaria que tienen mucha confianza en sí mismos tienen 550 puntos, mientras que aquellos que tienen algo de confianza llegan a los 502 y los que no tienen ninguna no superan los 500: 463.
«Más de dos tercios de los maestros optaron en su momento por carreras de Letras»
Pedro Ramos Alonso enseña Matemáticas en la Facultad de Educación de la Universidad de Alcalá y señala como una de las casusa de los malos resultados en Matemáticas la mala formación docente en esta materia: «Más de dos tercios de los maestros optaron en su momento por carreras de Letras, a los alumnos (y futuros maestros), les falta formación matemática, dejaron esta asignatura en Secundaria y, además, en los programas de Magisterio no tenemos suficientes horas para formarlos en dicha materia», explica Alonso y apunta a que en las aulas se repite el mismo problema, lo que explica, las malas puntuaciones de los alumnos. «Faltan horas y además, se carga con un problema de muchos años que es el currículo, hay que mejorarlo: los chicos estudian demasiadas cosas y no entienden las Matemáticas, estudiar sin entender es difícil y desmotivante», señala Alonso.
En la misma línea opina Francisco López Rupérez, exdirector del Consejo Escolar del Estado y quien habló de MIR educativo por primera vez en España. Rupérez señala que la formación docente en Matemáticas es un déficit «que han revelado otras evaluaciones internacionales poniendo de manifiesto la mala formación en matemáticas y la debilidad del sistema educativo».
A su juicio, que se enseñe mal y que haya mala formación está íntimamente relacionado: «Hay un problema de metodología, pero las metodologías en el ámbito de las Ciencias dependen directamente de la riquerza del marco conceptural que tenga el profesor, es decir, cuanto más rico es el marco conceptual del docente, más posiblidades tiene de desarrollar metodologías que se adapten a las necesidades del alumno».
«En los planes de estudio de Magisterio, el peso de las matemáticas en el currículo es mínimo»
El estudio internacional sobre la formación inicial en matemáticas de los maestros señala que «tradicionalmente, para acceder a la carrera de Magisterio, no se han necesitado notas muy altas y ha sido muy usual que los alumnos que entran a esta carrera vengan desde un bachiller no específicamente de ciencias, que suele dirigir a carreras científicas o técnicas. Además, en los planes de estudio de Magisterio, el peso de las matemáticas en el currículum es mínimo».
El mismo informe, de 2013, señala que «buena parte de las matemáticas que sabe un maestro, viene determinada por su larga etapa como estudiante de primaria, secundaria y bachillerato más que por la impronta que deja en él la facultad, prácticamente nula. Una de las críticas más frecuentes hacia los pedagogos es que se centran en cómo enseñar, sin prestar atención a lo que hay que enseñar».
Por género, la diferencia a favor de los chicos en Matemáticas en 4º de Primaria, prácticamente desaparece en 2º de la ESO (evaluación en la que España no participó). En Ciencias no hay prácticamente diferencias entre alumnos y alumnos pero de haberla, es a favor de las alumnas.
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