Derivan en violencia las protestas en París y 90 ciudades de Francia contra la Ley de Seguridad
La manifestación en la capital se confunde con movilizaciones contra la precariedad laboral.
Las manifestaciones contra la precariedad social y el proyecto de Ley de seguridad global, en París y 90 ciudades de toda Francia, desembocaron muy pronto en enfrentamientos violentos, a primera hora de la tarde del sábado.
En la primera de las manifestaciones parisinas se confundían un rosario de protestas de muy diversa naturaleza.
Los sindicatos CGT, FSU y FO encabezaban los desfiles para protestar básicamente contra la precariedad social, pidiendo más ayudas y mejores salarios.
or su parte, varias organizaciones estudiantiles, comenzando por la histórica UNEF, participaban para protestar contra el comportamiento de las fuerzas del orden en manifestaciones anteriores.
Antes y después de las representaciones sindicales tradicionales, en la manifestación parisina se confundían militantes de muy distinta procedencia: «chalecos amarillos» de extrema izquierda, grupúsculos de «black block» (ultrarradicales, partidarios del enfrentamiento directo, a pedradas y estacazos), y representantes de pequeñas organizaciones hostiles a las fuerzas del orden.
Al comienzo del trayecto de la manifestación parisina, en la avenida Gambetta, en dirección de la plaza de la República, se produjeron enfrentamientos difíciles de calibrar: intentos de montar e «incendiar» barricadas, «intercambio» de «proyectiles» (piedras, bastones), cargas contenidas de los antidisturbios.
En el resto de las 90 manifestaciones, en muchas de las grandes ciudades de Francia, la tensión era muy similar, según las fuentes más diversas.
Retirada del artículo más polémico
El gobierno de Emmanuel Macron decidió revisar y «desguazar» parcialmente el proyecto de Ley de seguridad global, hace días, retirando su artículo más polémico, tras las manifestaciones del sábado 28 de noviembre, cuando 500.000 manifestantes (según los organizadores) o 133.000 (según el ministerio del Interior) protestaron de manera muy espectacular contra el comportamiento de las fuerzas del orden, semanas anteriores, tras el estallido de tensiones muy vivas.
El tímido «desguace» y la revisión anunciada de la Ley de seguridad global han sido aparentemente «insuficientes». Las manifestaciones del sábado 5 de diciembre confirman una tensión profunda e inflamable, cuando Francia sigue parcialmente confinada y los efectos de la pandemia siguen siendo dramáticos, a la espera de unas vacunas que no comenzarán a llegar hasta primeros de año.
AQUÍ LA PUSIERON Y NADIE SE MOVIÓ VIVA PARÍS Y LA LIBERTAD.
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