EL PENSADOR...
ESTAS ANOMALÍAS LAS VEO CADA VEZ QUE VOY A URGENCIAS.
Mi madre, una persona de 85 años que utilizaba andador para desplazarse, se cayó un domingo por la noche en su piso de Posada de Llanera. El golpe lo oyó la vecina de arriba y avisó a la de al lado, que tiene las llaves de casa, y esta llamó a mi hermana que vive cerca. Era tarde y la ayudaron a acostarse tras lo que parecía un gran porrazo y nada más.
Al día siguiente, por la mañana, mi madre no podía levantarse de la cama y mi hermana llamó a su médica de cabecera para que fuera a verla. Le dijo que tenía que llevarla al centro de salud y, al insistir mi hermana en que no se podía levantar, añadió que si iba a ir a imponerle las manos. Finalmente fue a visitarla, sin maletín, y en menos de dos minutos volvió al centro de salud y pidió a mi hermana que fuese allí a recoger el volante para ir al HUCA y que llamase a la ambulancia porque ella estaba muy apurada. ¿Deshumanización por exceso de trabajo?...
En el HUCA había muchíiiiiisima gente y esperamos pacientemente alrededor de ocho horas, aunque mi madre ya empezó a ver arañas en el techo y nubes que se aproximaban con el primer frasco de calmante que le pusieron y quería irse a mi casa y volver al día siguiente, olvidando que no podía levantarse. Hicimos turnos mi hermana, mi hermano y yo para que no estuviese sola ni un momento y no dijimos ni pío porque sabemos que no hay personal suficiente para atender a tantísima gente. Cuando nos comunicaron a la una de la madrugada que tenía una fisura de pelvis, que debía estar inmovilizada 15 días y luego un tiempo semimovilizada , cama-sofá, pero que no iban a dejarla hospitalizada sino que se tenía que ir a su casa, no nos lo podíamos creer y pensamos que no era posible que eso pudiera pasar. Además, habíamos visto que hacían falta dos personas para cambiarla y nos dijeron que debía ser atendida por profesionales (eso no lo pone en el informe). Da la sensación de que no te quieres hacer cargo de tu madre pero: ¿Dónde están los profesionales para atenderla en una casa particular día y noche?, porque no olvidemos que las personas mayores se quieren levantar al baño ya que olvidan lo que les pasa y hacer sus necesidades encima es difícil hasta con pañal, dónde está la cama articulada?, ¿y el colchón antiescaras? Conseguimos que se quedara esa noche en el hospital, gracias a una neuróloga que se apiadó de ella, para poder buscar una solución al día siguiente, con ayuda de la asistenta social. La ayuda consiste en buscar una residencia, que cuesta tres veces lo que ella gana, para que la atiendan. ¿Les parece justo que nuestra sanidad pública no se haga cargo de las personas mayores con este tipo de problemas? ¿Así es como el Estado agradece a los mayores el trabajo y esfuerzo de toda una vida luchando por salir adelante? Mi madre se murió a los cinco días y ya no puedo hacer nada por ella, salvo escribir esta carta.
No sé quién será nuestra próxima ministra de Sanidad, pero espero que tenga madre, que tenga sensibilidad, que lea esta carta y que tome medidas para que todas las madres que se van a caer tengan la atención que se merecen, pagada por la sanidad pública.
Le doy además otra idea: si en su momento se vio la necesidad de tener pediatras en los centros de salud, ¿no será este el momento de incorporar geriatras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario