La primera ministra May sale de la sede de su partido este viernes. En vídeo, las reacciones de la noche electoral
May gana sin mayoría absoluta y Corbyn pide su dimisión.
La primera ministra conservadora queda por debajo de la mayoría absoluta a diez días del inicio de la negociación del Brexit.
Lo apostó todo y perdió. La primera ministra Theresa May no ha podido revalidar la mayoría absoluta que su antecesor, David Cameron, le había dejado tras las elecciones de 2015. A 10 días de tener que sentarse a negociar el Brexit en Bruselas, el Partido Conservador ha ganado las elecciones legislativas pero sin la mayoría absoluta que pretendía lograr May para fortalecer su postura ante los socios comunitarios. Reino Unido se asoma a la inestabilidad política con un resultado electoral en el que los laboristas logran su mejor resultado en años.
Con el mapa político que ha salido de las elecciones de este jueves, May tendrá que hacer frente a la humillación de haber fallado su órdago con la convocatoria de elecciones anticipadas. El líder laborista, Jeremy Corbyn, ya ha pedido la dimisión de una primera ministra, que sale muy debilitada de su apuesta electoral.
Con el 99% escrutado y 645 de los 650 escaños asignados, los conservadores obtienen 314 escaños (42,35%, -12) y le siguen, a dos puntos, los laboristas con 261 (40,2%, +28), el nacionalista escocés SNP ha logrado 35 (-21), el Partido Liberal Demócrata saca 12 (+4), el Partido Unionista tiene 10 (+2) y el resto se reparten 13 (-2).
La primera ministra acudirá al palacio de Buckingham a las 12.30 hora local (las 13.30 en la España penindular) a informar a la reina Isabel II de que intentará formar Gobierno pese a no tener mayoría absoluta.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, había dicho poco antes que May debe dimitir porque ha perdido escaños y respaldo, que el Partido Laborista está "preparado para servir" a Reino Unido y que quiere intentar formar un Gobierno en minoría, según ha explicado en una comparecencia en la sede de su formación.
Corbyn reclamado la renuncia de la primera ministra durante la madrugada. May "perdió escaños conservadores, perdió votos, perdió respaldo y perdió confianza. Yo diría que es suficiente para marcharse", ha recalcado Corbyn en un apasionado discurso en Islington North, la circunscripción del centro de Londres por la que ha sido reelegido.
La primera ministra, que también ha revalidado su escaño, ha mantenido su postura y ha afirmado en una comparecencia nocturna en su distrito que sólo su partido, el conservador es capaz de garantizar la estabilidad que Reino Unido necesita en tiempos difíciles como estos. "El país necesita un período de estabilidad y cualquiera que sean los resultados, el Partido Conservador garantizará que podamos cumplir esa tarea de asegurar la estabilidad", ha afirmado May.
El escenario dibujado aboca a un Gobierno conservador en minoría o incluso, aunque esto es menos probable, a una mayoría alternativa liderada por los laboristas. El temor a esos escenarios provocó una caída inicial de la libra de un 2%, a su nivel más bajo en seis semanas.
Los conservadores han sufrido un fuerte retroceso en escaños. Y eso teniendo en cuenta que sin los que han logrado los escoceses —algo inédito— liderados por Ruth Davidson, la noche de May habría sido todavía más dura. Mientras, los laboristas de Corbyn, con un programa electoral basado en las políticas contra la austeridad muy cercano a los jóvenes y alejado de las élites políticas, ha avanzado notablemente en parlamentarios. Un resultado mucho mejor de lo esperado. Mientras, el nacionalismo escocés ha perdido mucho del terreno que logró, de forma extraordinaria, en 2015: el SNP de Nicola Sturgeon se mantiene como tercera fuerza política del país pero sin tantos parlamentarios.
La campaña ha mostrado las debilidades del liderazgo y el proyecto de la persona que, de confirmarse al concluir el recuento este viernes por la mañana, deberá iniciar como primera ministra dentro de 10 días las negociaciones para romper con la UE. Esa será la prioridad del Gobierno que salga del Parlamento que eligieron el jueves los británicos. Pero le esperan también otros frentes. Entre ellos, la seguridad nacional amenazada por el terrorismo yihadista y las tensiones territoriales encarnadas en el desafío independentista escocés.
Se trata de un fracaso que marcaría la carrera de May y el futuro inmediato del país. El pasado 18 de marzo la primera ministra anunció su intención de adelantar los comicios en busca de una mayoría más amplia que reforzara su posición negociadora en Europa.
La debacle del antieuropeo y populista UKIP -el partido que, con un 12,5% del voto en 2015 y un solo escaño, ha marcado la agenda política de los últimos años- prometía que un buen número de votos volverían a manos conservadoras. La crisis del laborismo, con los diputados en guerra contra un líder que tira del partido a la izquierda, hacía soñar con pescar votos del centro. May lo quiso todo. Apeló a los huérfanos del UKIP con dureza en el Brexit y en la inmigración. A los laboristas descontentos, les quiso ofrecer un conservadurismo “para la clase trabajadora”.
Era un guion ambicioso que, sobre el papel, funcionaba. Pero la coreografía resultó demasiado complicada. Y la actriz principal no estuvo a la altura. Durante la noche, sin esperar siquiera al resultado final, ya se oyeron voces que cuestionaban su autoridad para seguir al frente del país.
El escenario complica la colosal labor legislativa que requerirá la salida de la Unión Europea. Las consecuencias para el Brexit son impredecibles pero, en todo caso, supone un revés para la línea dura que viene defendiendo May. Un Gobierno en minoría, o una mayoría alternativa, podría favorecer un Brexit más suave en la medida en que la postura negociadora tendría que ser más consensuada.
En las elecciones de este jueves la primera ministra se ha dejado parte de su autoridad. May, que sucedió a David Cameron sin pasar por las urnas, era una incógnita. En la primera campaña que lucha desde la primera fila, se mostró nerviosa, distante, forzada. Repitió eslóganes mecánicamente, no profundizó. Cometió gravísimos errores: la insólita enmienda del programa electoral, cuatro días después de presentarse, se sumaba a un largo historial de rectificaciones que la alejan de la imagen de “líder estable” que quiere proyectar. La campaña, lejos de reforzar su figura en el país y en Europa, ha dejado al descubierto sus flaquezas. Y los dos atentados perpetrados por yihadistas en Mánchester y Londres durante la campaña pusieron bajo el foco su legado de recortes en el Ministerio del Interior.
TENÍA MAYORIA ABSOLUTA Y FUE A BUSCAR MÁS AGUA Y SE ENCONTRÓ CON LA FUENTE SECA. ESTA NOTICIA ES MUY MALA PARA EUROPA AHORA LA NEGOCICIÓN VA SER AÚN MAS DIFÍCIL. YO SIEMPRE HE DICHO Y LO MANTENGO QUE LOS INGLESES SE VAN MARCHAR DE LA UE CON CARNAZA ENTRE LOS DIENTES,ETOY SEGURO, SINO FUERA ASI NO SERÍAN CONSECUENTES CON SU HISTORIA.
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