Los españoles se muestran convencidos de que aún hay corrupción por destapar.
Podemos y Ciudadanos, los elegidos para regenerar la vida pública.
Ni medidas legales contundentes, ni dimisiones políticas ejemplarizantes, ni operaciones policiales espectaculares, ni mucho menos el constante latiguillo de que “en este país la justicia funciona”. Una inmensa mayoría de españoles (96%) se muestra convencida de que no se ha puesto fin a los casos de corrupción: quedan muchos por salir a la luz, y seguirá habiendo más en el futuro (82%). Son las conclusiones del sondeo elaborado por Metroscopia para EL PAÍS tras la Operación Lezo, que ha destapado una nueva trama del PP en Madrid.
La corrupción se ha convertido en el segundo problema que más preocupa a los españoles, después del paro, según el último sondeo del CIS del pasado marzo. Y la preocupación se acrecienta con en constante flujo de informaciones que sacan a la superficie nuevos casos y nuevas tramas. Poco después de conocerse que, por primera vez en la historia, un presidente del Gobierno en ejercicio deberá declarar como testigo en un juicio de corrupción —Mariano Rajoy en la vista oral que aborda el caso Gürtel—, se ponía en marcha la llamada Operación Lezo.
Bajo la dirección del juez Eloy Velasco, la Guardia Civil ponía en marcha una batería de registros y detenciones, encabezadas por la del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, presunto cabecilla de todo este entramado. Se investigaba no solo el enriquecimiento personal de González sino lo que apuntaba a una supuesta financiación ilegal del PP madrileño.
Metroscopia ha elaborado un sondeo-flash en las horas posteriores, para pulsar el estado de ánimo de los españoles respecto a la corrupción. El resultado es descorazonador.
Metroscopia ha elaborado un sondeo-flash en las horas posteriores, para pulsar el estado de ánimo de los españoles respecto a la corrupción. El resultado es descorazonador.
La práctica totalidad de los consultados (96%) se muestra segura de que las actuaciones judiciales de los últimos años “no pondrán punto final a la etapa de escándalos en la vida pública española” y que aún quedan casos por descubrir. Es una convicción firme entre toda la franja del electorado, con porcentajes muy similares y siempre superiores al noventa por ciento entre los votantes del PP, del PSOE, de Unidos Podemos y de Ciudadanos.
Pero ese pesimismo no solo reside en el pasado. También se extiende hacia el futuro. Los españoles no parecen convencidos ni del propósito de enmienda manifestado por los partidos (especialmente por el Partido Popular) ni de la eficacia de las medidas regeneradoras y preventivas aprobadas, bien a través del Parlamento, bien a través de los estatutos internos de las formaciones. Un 82% de los consultados por la encuesta están seguros de que “seguirán produciéndose casos de corrupción en la vida pública como los que ahora se están investigando y juzgando en los próximos”. Solo los votantes del PP muestran un optimismo mínimamente superior al de los votantes del resto de los partidos. Aún así, también entre los populares es abrumadoramente superior la idea de que todo va a seguir igual que hasta ahora.
Confianza en los nuevos
Su escaso historial, hasta ahora, de escándalos, hace que los partidos recién incorporados a la política —Podemos y Ciudadanos— reciban un mayor voto de confianza en su propósito de regenerar la vida pública. Pero tampoco se trata de un gran respaldo. Lo cierto es, al preguntar a los españoles qué partido creen que podría combatir mejor la corrupción política, regenerar la democracia o inspirar más confianza, la respuesta que más porcentaje cosecha es que ninguno de ellos está a la altura.
La formación de Pablo Iglesias es, para los encuestados, la que conseguiría combatir mejor la corrupción política (25%), pero su posición de ventaja responde sobre todo al grado de convicción que muestran sus propios votantes (74%). Resulta llamativa esta fe entre los suyos, comparada con la de los seguidores de los partidos tradicionales. Apenas un 45% de los votantes del PP manifiestan que la organización liderada por Rajoy sería la que mejor combatiría esta lacra. Y el caso del PSOE es aún peor: solo un 34% de sus seguidores les otorga esta confianza. Algo mejor parado resulta Albert Rivera entre su electorado: un 60% le ven mejor situado para este cometido.
Unidos Podemos es también el partido preferido por la mayoría de españoles (20%) para el propósito de regenerar la democracia, seguido muy de cerca por Ciudadanos (19%). Frente a la aparente eficacia y contundencia contra la corrupción que los españoles otorgan a la formación de Pablo Iglesias, motivada seguramente por sus agresivas y mediáticas campañas como la que puso en marcha recientemente con el Tramabús que ha recorrido las calles de Madrid, a la hora de inspirar confianza Ciudadanos es el partido favorito.
La formación de Rivera, que ha hecho bandera de la regeneración de la vida pública y ha logrado torcer el brazo al PP en asuntos como la dimisión del expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez —imputado por el llamado caso Auditorio—, transmite entre el electorado una mayor sensación (20%) de que tiene intención de cumplir su palabra. Pisándole los talones, Podemos inspira esa misma confianza en un 18% de los consultados.
La formación de Rivera, que ha hecho bandera de la regeneración de la vida pública y ha logrado torcer el brazo al PP en asuntos como la dimisión del expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez —imputado por el llamado caso Auditorio—, transmite entre el electorado una mayor sensación (20%) de que tiene intención de cumplir su palabra. Pisándole los talones, Podemos inspira esa misma confianza en un 18% de los consultados.
LA CORRUPCIÓN EN ESPAÑA NO SE VA DESTAPAR TOTALMENTE, VA QUEDAR MUCHO POR DESCUBRIR, SE PUEDE DECIR QUE DESDE LA REALEZA PARA BAJO TODO EL MUNDO POLÍTICO Y EMPRESARIAL QUE PUDO PARTICIPÓ DE ELLA,VA SER MUY DIFÍCIL ERRADICARLA MIENTRAS NO SE LESGILE PARA ELLO Y LOS POLITICOS SE DENUNCIAN PERO NO PONEN LOS MEDIOS¿POR QUÉ?
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