El presidente brasileño en funciones, Michel Temer, delcara los Juegos de Río de Janeiro inaugurados entre abucheos.
El presidente en funciones de Brasil, abucheado al inaugurar los Juegos.
Michael Temer redujo su papel al mínimo en la ceremonia del viernes pero aún no logró que las protestas a su Gobierno le eclipsaran.
Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han sido inaugurados por una ceremonia de cuatro horas y un discurso de menos de diez segundos. Michel Temer, presidente de Brasil en funciones, cumplió con su obligación y anunció el inicio de los Juego pero lo hizo con una única frase -"Tras esta maravillosa fiesta, declaro inaugurados los Juegos Olímpicos de Río, que se celebran en la trigésimo primera olimpíada de la era moderna"- cuyo final apenas llegó a escucharse a causa los abucheos. El conservador Temer solo ostenta la presidencia mientras se decide el futuro político de la presidenta electa, Dilma Rousseff, apartada del poder por un proceso de impeachment iniciado en mayo y que todavía no se ha resuelto. Mientras tanto, él y su gobierno arrastran una aprobación del 14% entre el pueblo brasileño.
No era un acontecimiento cómodo para Temer. Dilma Rousseff había anunciado que no acudiría, a pesar de haber sido invitada. Su mentor, el también expresidente Lula da Silva, también confrimó su ausencia. Temer quedaba solo en una de las ceremonias con menos cabezas de Estado en la memoria reciente: solo 45 presidentes o cabezas de Estado de los 206 países participantes de los Juegos acudieron (menos que la mitad que en Londres 2012). Tampoco fueron varios mandatarios sudamericanos, aliados históricos del Partido de los Trabajadores de Dilma, por miedo a legitimar con su presencia el gobierno interino.
HAY MUCHA DESIGUALDAD SOCIAL Y FAVELA, PARA TANTO GASTO SIN RETORNO, SÓLO GANANCIAS PARA ALGUNOS LISTOS
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