Una larga hilera de coches se forma en la primera estación de servicio pasada la frontera con Marruecos, todos tienen matricula europea. No van de viaje, ni se van a quedar más de lo necesario en el vecino país, simplemente, van a llenar el depósito a mitad de precio. Desde hace ya cinco años, la imagen de Melilla en cuanto al combustible ha cambiado mucho. Atrás quedaron las largas colas de vehículos marroquíes que, provistos de depósitos trucados e incluso garrafas extra, venían a Melilla a llenar combustible para revenderlo en su país, donde el preciado líquido valía casi dos veces más caro que en la española africana.
Ya en el año 1999 se hablaba de un volumen de 19 millones de litros vendidos al año, en una ciudad donde su parque móvil no llegaba a los 12.000 vehículos. Este fenómeno, provocó que se instalaran en Melilla hasta 13 estaciones de servicio que hasta el año 2007 movían un volumen de negocio de casi 14 millones de euros. Sin embargo, desde hace apenas cinco años, concretamente tras la decisión del Gobierno Marroquí de bajar los precios de sus combustibles, sobretodo el gasoil, en sus estaciones de servicio, el sentido del contrabando de combustible ha cambiado.
«Dos estaciones de servicio han tenido que hacer un ERE y las otras 11 van camino de despedir gente» declara Pedro Martínez, portavoz de los responsables de las estaciones de servicio en Melilla «ha desaparecido la compra de combustible por parte de Marruecos, reducido por parte de los melillenses y por el parón de la construcción». Hace tan sólo unas semanas, se produjo el cierre definitivo de uno de los dos grandes depósitos de combustible de la ciudad, situado en una céntrica zona de Melilla, por la falta de volumen de negocio, lo que ha supuesto, además de una pérdida importante de capacidad de almacenaje la pérdida de puestos de trabajo. Tan sólo hace unos días se conocía que Melilla es la ciudad donde más ha aumentado el paro de todo el territorio nacional.
La situación es tan grave, que algunos responsables de gasolineras se han atrevido a vaticinar que de no bajarse el precio del combustible en Melilla, no quedarán estaciones de servicio suficientes que puedan abastecer a los melillenses en su tierra de manera efectiva y continuada, lo que crearía una dependencia «muy peligrosa de Marruecos pues con combustible se mueve todo hoy día». Martínez hace un llamamiento a las autoridades españolas y melillenses «la regulación de los precios de los combustibles en Melilla depende directamente de los gobiernos, no de nosotros, si quieren evitar que nuestro sector se hunda definitivamente deben regular el precio mirando a Marruecos».
También tiene soluciones para controlar el uso de este gasoil importado por parte de profesionales que son los que más consumen «sabemos que los taxistas llenan en Marruecos, sin embargo, reciben subvenciones de la Ciudad Autónoma para paliar el efecto de la crisis en su sector, un taxi no es algo que pase desapercibido en la frontera», asegura.
Un litro de gasoil en la Península cuesta alrededor de 1,30€ hoy día, en Melilla, su coste es de un euro redondo. Sin embargo, en el vecino Marruecos el gasoil se vende a 0,72€ por litro, lo que supone un ahorro de unos 15€ por depósito. Pasar a Marruecos siendo residente en Melilla es muy sencillo, sólo hay que mostrar el DNI para entrar sin necesidad de sellar el pasaporte, algo que, además, se realiza con frecuencia para adquirir otros productos.
Según una encuesta publicada recientemente por la empresa SyM Consulting, sobre hábitos de consumo en Melilla, uno de cada cuatro coches matriculados en la ciudad lleva en su interior gasoil de Marruecos, es decir, unos 4000 vehículos que cada dos semanas como mucho, llenan sus depósitos en el vecino país, lo que significa la friolera de seis millones de litros de gasoil al año que dejan de venderse en la ciudad. Según los datos con los que cuentan los responsables de las estaciones de servicio, desde el 2007, se ha bajado de 19 a 11 millones de litros vendidos en Melilla.
Gasoil argelino
Por si fuera poco, otro negocio emergente con el gasoil se está cebando con la economía melillense y juega con su seguridad. Se trata del contrabando de gasoil argelino, que ya se empezaba a vender en Marruecos desde hace unos tres años.
Este tipo de gasoil, es trasladado en garrafas de 30 litros desde la frontera entre Marruecos y Argelia, llegando a las inmediaciones de Melilla a un precio de unos 45 céntimos el litro. Aunque muchos aún son reticentes a este tipo de combustible por la suciedad y las pocas garantías que ofrece (se suele vender a pie de carretera en garrafas recicladas de agua mineral), su bajo precio y el gran número de vehículos de más de 30 años que circulan por la ciudad, hacen de ésta una alternativa más que viable.
«Para mi, llenar el depósito con combustible argelino me supone un ahorro de más de 200 euros mensuales, que es más o menos lo que he perdido de volumen de negocio con la crisis» declara un taxista autónomo melillense que conduce un Mercedes 240 del año 1977 y que asegura que su coche «puede andar hasta con fritanga», «ahora ni siquiera tengo que perder carreras por cruzar la frontera para llenar, lo traen aquí mismo», confiesa.
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