ESTO ACURRE EN ESPAÑA PORQUE SÓLO PAGAN REALMENTE TODO LOS QUE TIENEN NÓMINA EXCEPTUANDO A LOS POLÍTICOS QUE HAN HECHO LEYES ESPECIALES PARA ELLOS, NO PAGAR DENTRO DE LA LEY.¡EN QUÉ UNIÓN EUROPEA ESTAMOS QUE NO SE ENTERA¡.MENUDO FUTURO Y SI ES QUE NO SE QUIEREN ENTERAR ES AÚN PEOR.
Bruselas saca los colores a España por su bajo nivel de recaudación.
Cuál es el nivel de presión fiscal global (no individual) que existe en España? La respuesta la acaba de dar Bruselas en su informe anual sobre tendencias fiscales en la UE ("Taxation trends in the European Unión"). Y su conclusión no deja lugar a dudas: de los 27 países que forman parte de la Unión Europea, en 20 de ellos la recaudación del conjunto de las Administraciones Públicas -incluyendo las cotizaciones que pagan trabajadores y empresarios a la Seguridad Social- es mayor en relación al PIB que en España. Sólo Irlanda, Eslovaquia, Rumania, Letonia, Lituania y Bulgaria están por detrás. Es decir, dentro de la Eurozona únicamente Irlanda muestra una recaudación menor.
O dicho en términos más precisos: en 2011 (todavía no hay datos cerrados del año pasado) el total de ingresos públicos representó el 31,4% del PIB, lejos del 39,5% registrado en la Eurozona, lo que supone un hándicap determinante a la hora de estabilizar las cuentas públicas. Hay una diferencia de 8,1 puntos de PIB (unos 80.000 millones de euros)
Lo relevante, sin embargo, no es sólo la posición que ocupa España, sino la evolución en los últimos años. En 2007, que marca el punto álgido de la economía española en la última fase expansiva del ciclo (el PIB crecía a un ritmo anual del 3,5% y se crearon casi medio millón de puestos de trabajo), la recaudación, sin embargo, representó el 37,1% del producto interior bruto, casi tres puntos por debajo de la media de la Eurozona en aquel año. Y desde entonces, se ha producido una intensa caída de la recaudación que equivale a 5,4 puntos del PIB, algo más de 50.000 millones de euros. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la destrucción de empleo y el desplome de los beneficios empresariales explican el hundimiento de los ingresos.
Los datos de la UE muestran que los problemas de recaudación del sector público no tienen sólo que ver con la coyuntura recesiva actual, sino que, por el contrario, hay que vincularlos a dificultades estructurales. Es decir, más allá del ciclo económico. De hecho, desde 1995 tan sólo en tres ejercicios la recaudación del Estado superó la barrera del 35%.
Insuficiencia crónica
La insuficiencia crónica del presupuesto de ingresos se ha producido en particular en algunos impuestos. Fundamentalmente, en los relacionados con la imposición indirecta (sobre todo el IVA). En 2011 -se contabiliza ya por lo tanto la primera subida del impuesto sobre el valor añadido decidida en tiempos de Zapatero-, de los 27 países de la Unión Europea, España ocupaba el puesto número 27 en cuanto a recaudación respecto del PIB. No había, por lo tanto, nadie por detrás. Se recaudó por ese concepto apenas el 10,2% del PIB, más de tres puntos por debajo de la UE y de la Eurozona. En el caso específico del IVA, la recaudación apenas representó el 5,4% del PIB, muy por debajo del 7,1% registrado a en la UE a 27.
Y los resultados podrían ser peores si no fuera porque las cotizaciones sociales -que en España son más elevadas que en la media de la UE- han ayudado a estabilizar el presupuestos de ingresos. De hecho, si se excluyen las cuotas que pagan empresarios y trabajadores, España ocupa el puesto número 22 de 27 en cuanto a recaudación impositiva. Apenas el 19,3% del PIB, cuando en la media de la Eurozona se sitúa en el 25,1% del producto interior bruto.
Los datos de Bruselas muestran que la presión fiscal descansa de forma similar sobre tres patas. El 12,1% del PIB de los ingresos tiene que ver con cotizaciones sociales, el 10,2% con impuestos indirectos (IVA o especiales) y el 9,9% con tributación directa (IRPF o Sociedades).
Se ha de destacar el comportamiento del impuesto que grava los beneficios empresariales, que de representar el 4,2% del PIB ha pasado al 1,9%, lo que significa que la recaudación ha caído a menos de la mitad. El caso de los impuestos especiales (tabaco, alcohol e hidrocarburos) es distinto. Históricamente, su peso en la recaudación total ha sido exiguo. Hasta el punto de que de los 27 países de la UE, España ocupa el puesto número 25 por este capítulo. Apenas se recauda el 2,1% del PIB. Por el contrario, España logra el puesto 12 en recaudación respecto de los impuestos personales (IRPF), muy por encima de su posición frente a otros impuestos.
El informe sobre tendencias de la tributación en la UE muestra, igualmente, un hecho llamativo: la pérdida de peso de la Administración central de Estado respecto de los ingresos públicos. En 1995, el 47% de la recaudación dependía directamente del Gobierno central. Pero en 2011 ese porcentaje cayó hasta el 23,1%. Es decir, a menos de la mitad. Por el contrario, la participación de las comunidades autónomas ha pasado del 7,7% del PIB al 23,1%. Lógicamente, debido al intenso proceso de transferencias que se ha producido en los últimos tres quinquenios, desde el primer modelo de financiación autonómica. La UE considera que estamos ante un sistema ‘cuasi federal’ en términos impositivos.
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