EL FALSO PROGRESISMO.

 PARA UNA SOCIEDAD DE MENTIRA

Me repudia notablemente la doble vara de medir del autollamado progresismo. Me asquean las feministas que solo consideran feministas a las que son a su vez progresistas.

Hay feministas de pacotilla que miran al tendido cuando en la plaza sus políticos andan de puticlub en putiferio haciendo negocios corruptos acompañados de señoritas putas. Léase caso ERES, caso Tito Berni, caso Koldo-Ábalos, pero, claro, son progresistas. ¿Qué estarían diciendo y haciendo si esos políticos fuesen del PP? ¿Cuántas portadas les habría dedicado "El País"? -para cuatro trajes empleó cincuenta.

Y encima este Gobierno, que más que un gobierno parece "Tómbola" o "Sálvame", la tiene tomada con la señora Ayuso, primero con su padre, luego con su hermano y ahora con su novio. La saltimbanqui Montero dijo hace unos días que se respete a las familias de los políticos, refiriéndose claramente a Begoña Gómez, la esposa de Pinocho Sánchez. No se acuerda de los escraches que hicieron los progresistas a las familias de políticos del PP, pero, claro, volvemos a lo mismo, no eran progresistas. Ahora vuelven a meterse de lleno con la familia de Ayuso, ¿has cambiado de idea, Marisu, o mientes como tu jefe?

Pinocho, aparte de copiador y plagiador, debe de ser ignorante en grado sumo o sordo, porque le preguntan por "La rendición de Breda" -amnistía como sea y al precio que sea- y contesta en plan chulapa: Madrid, Madrid, Madrid; o por la corrupción del PSOE y nos confirma lo que ya sabíamos, que Zapatero fue presidente gracias a los trágicos y luctuosos atentados terroristas del 11M.

Si en esto consiste el progresismo: ¡apaga y vámonos!