Las joyas de Putin que le queman en las manos a Austria
El Gobierno austriaco no sabe qué hacer con los pendientes de zafiros que el mandatario regaló a Karin Kneissl, exministra de Exteriores, por su boda
La boda de Karin Kneissl con el empresario Wolfgang Meilinger fue el evento social del año en Austria en 2018. Hija de un piloto del rey Huséin I de Jordania y en ese momento ministra de Exteriores, después de haber pasado por varias embajadas de Austria, entre ellas la de Madrid, su agenda internacional incluía numerosos contactos a los que incluyó en la lista de invitados del evento, que en lugar de una ceremonia privada se convirtió en un escaparate internacional de las relaciones austriacas.
El más destacado de esos invitados, sin duda, fue Vladímir Putin, que no acudió precisamente con las manos vacías. Además del coro de cosacos Don Cossack Choir, que voló en el avión de Putin y animó la celebración con vistosas piezas tradicionales rusas, su regalo de bodas fueron unos pendientes de zafiros que un año después, cuando fueron tasados por el Estado austriaco, fueron valorados en 52.000 euros.
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