La denunciante del caso Niñera mantiene ante el juez que Montero usó a Arévalo como cuidadora de su hija
Mónica Carmona apela al secreto profesional para no desvelar quién le informó de la desviación de funciones de la hoy asesora de la ministra.
La exresponsable de Cumplimiento Normativo de Podemos Mónica Carmona ha ratificado este martes el escrito que presentó ante el juez el caso Neurona en el que aseguraba tener conocimiento de que la hoy ministra Irene Montero utilizó a su jefa de gabinete y hoy asesora Teresa Arévalo como niñera de su hija durante la campaña electoral de 2019.
Fuentes presentes en la declaración ante el juez de instrucción número 46 de Madrid han señalado que Carmona se ha amparado en el secreto profesional para no desvelar el nombre de las personas que le informaron de esa presunta desviación de funciones de Arévalo. La acusación popular Vox atribuye esta negativa a las «presiones» y al «miedo» de la testigo a que la formación morada tome represalias contra ella. En este contexto enmarca el «sorprendente», por agresivo, interrogatorio al que las defensas de los acusados (la propia Arévalo, el tesorero y la gerente de Podemos) han sometido a Carmona. La testigo ha mantenido que al tener conocimiento de la información que le suministraron mandó correo a gerencia y al jefe de seguridad del partido para profundizar en esta investigación, pero no pudo avanzar más porque fue expulsada de Podemos de forma «fulminante».
Para las defensas, sin embargo, el hecho de que Carmona no revele el nombre del denunciante aboca al «desmoronamiento» de esta causa, basada, según el abogado Raúl Maillo, en «dimes y diretes». Para Maillo, letrado del tesorero de Podemos, Daniel de Frutos, el hecho de que el fiscal no haya acudido a la declaración de este martes es muy significativo y releva la «debilidad» de este procedimiento. El letrado ha recordado, además, que en la denuncia que Carmona presentó en diciembre cuando fue expulsada del partido, no aparecen los hechos que constan un mes después «de forma sorpresiva», entre ellos la existencia de esos denunciantes anónimos. Ha sostenido que la testigo tenía obligación de decir los nombres de las personas que supuestamente le relataron que Arévalo hacía funciones de niñera porque así lo estipula el plan de cumplimiento normativo del que la propia testigo era responsable.
Fue la propia Carmona la que reveló ante el juez Juan José Escalonilla, instructor del caso Neurona, que a través de una denuncia interna tuvo conocimiento de que Montero usaba a una persona a sueldo del partido, lo cual «además de ser contrario a las más elementales normas éticas, podría ser constitutivo de administración desleal». En concreto, Carmona, expulsada del partido en diciembre de 2019, expuso que Montero usaba «habitualmente» a Arévalo para cuidar de su hija y aquí enmarcó la presencia de Arévalo en el citado viaje a Alicante. El caso de la niñera se desgajó así de la investigación de Neurona y recayó en el juez José María Escribano, ante el que Carmona ha declarado este martes por videoconferencia desde Barcelona.
La extrabajadora de Podemos cierra así el turno de declaraciones que ya han prestado en calidad de investigados la propia Arévalo, y el tesorero y la gerente de la formación, Daniel de Frutos y Rocío Esther Val. El pasado 14 de julio la primera negó ante el juez que viajara a Alicante con la hoy ministra en calidad de niñera y que lo hizo como jefa de gabinete de Montero y como candidata al Congreso, donde concurrió en las listas de Podemos por Toledo. Aseguró que pudo coger a la niña en brazos «un instante», pero igual que han podido hacerlo otros miembros del partido sin que ello signifique estar al cuidado de la pequeña. Como harían también días después De Frutos y Val, Arévalo dijo que cobraba del grupo parlamentario, no del partido, lo que difuminaría el delito de administración desleal.
ESO ESTÁ CLARO DESDE SIEMPRE.
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