El juez investiga a seis policías por la «patada en la puerta» durante una fiesta en pandemia
Los cita a declarar por allanamiento y daños al acceder a una vivienda sin orden judicial ni sospecha de comisión de delito flagrante.
El titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid ha admitido a trámite una querella contra los policías que irrumpieron por la fuerza el 21 de marzo en un piso de la madrileña calle de Lagasca donde se celebraba una fiesta, imágenes que se hicieron virales. El magistrado ha citado a declarar en calidad de investigados a los seis agentes de la Policía Nacional que intervinieron, que responderán por presuntosdelitos de allanamiento de morada y de daños. Las declaraciones -junto a la del denunciante y dos testigos- han sido señaladas para el 17 de septiembre.
Los moradores de la vivienda fueron sancionados por celebrar una fiesta durante el estado de alarma, pero la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid anuló esta denuncia y abrió la puerta a investigar la actuación policial, al afirmar que se produjo «un exceso» de la Policía al entrar en un domicilio sin el consentimiento de sus moradores y sin que se estuviera produciendo un delito flagrante. Así, el abogado del inquilino del piso, el penalista Juan Gonzalo Ospina, interpuso la querella contra los agentes que ahora deja en evidencia la postura del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien amparó estas intervenciones en domicilios sin orden judicial durante las restricciones de la pandemia.
Los hechos
Agentes de la Policía Nacional se personaron el pasado 21 de marzo en un piso de la calle Lagasca, en Madrid, donde se estaba celebrando una fiesta en la que presumiblemente se incumplían las restricciones del estado de alarma. Los ocupantes de la vivienda desoyeron las órdenes de los agentes, ante lo que éstos derribaron la puerta con un ariete y entraron en la casa. Una vez dentro registraron el domicilio, identificaron a los asistentes y detuvieron a nueve de ellos.
El letrado fundador de Ospina Abogados asevera que «la conducta denunciada supone la lesión de la inviolabilidad domiciliara del inquilino de la vivienda en la medida que los funcionarios querellados procedieron sin causa justificada a asediar violentamente el domicilio logrando, finalmente, acceso al interior del mismo». Añade Juan Gonzalo Ospina que «el hecho de no abrir la puerta de un domicilio no constituye un delito de desobediencia grave que implique una supuesta urgencia y necesidad que legitimara a los agentes a violar el domicilio derribando una puerta con un ariete y sin orden judicial». En lo que respecta al delito de daños, la querella se refiere a la puerta que los agentes tuvieron que reventar para acceder al domicilio, lo que llegó a levantar parte de la pared contigua.
Las imágenes de la intervención generaron gran polémica al correr como la pólvora por las redes sociales y los platós de televisión, alimentando el debate sobre la colisión de medidas contra la pandemia con los derechos constitucionales. Fuentes policiales aseguraron a ABC que los agentes se limitaron a seguir instrucciones y que imputaciones como ésta «los convierte en cabezas de turco».
HAY QUE ATEMORIZARLES PARA QUE NO HAGAN NADA
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