Sanidad cambia el paso en el plan de vacunación a rebufo de las autonomías
Cataluña, cansada de esperar, se adelantó a la estrategia nacional que priorizará a trabajadores esenciales para las dosis de AstraZeneca.
A última hora de la tarde de ayer, el Gobierno avanzaba que el vacío en el plan de administración de la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca quedaba subsanado. Lo hacía tras conocerse que algunas regiones como Cataluña habían elaborado su propia estrategia a expensas de una respuesta que no terminaba de llegar p or parte del Ministerio de Sanidad. Debido a la dilación y tras las conversaciones mantenidas en los últimos días, la Generalitat anunció que iba a vacunar, ya desde ayer por la tarde, a policías y docentes, entre otros colectivos.
La Comisión de Salud Pública, órgano competente para discernir los próximos grupos de vacunación, decidió ayer cambiar el paso en la estrategia y priorizar con las nuevas dosis, además de al personal sanitario de segunda línea, a los trabajadores esenciales configurados por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, personal de emergencias como bomberos o trabajadores de Protección Civil, el Ejército y los docentes de Infantil, Primaria y Secundaria.
El Ministerio que dirige Carolina Darias se ha visto obligado a actualizar su estrategia por presión autonómica, reconocen las fuentes consultadas, y después de que el pasado viernes se concluyera que el fármaco desarrollado en la Universidad de Oxford se administraría solo a personas con edades de entre 18 y 55 años.
Salud Pública incorporó ayer dos nuevos grupos de vacunación. Uno se encuadra dentro del grupo 3, denominado «otro Personal Sanitario y Sociosanitario», un nuevo subgrupo que incluye a los colectivos en función del riesgo de exposición de la actividad laboral. Entre otros, figuran fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, forenses o personal de Medicina legal, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y de centros de día. Por último, este subgrupo también incluye a los trabajadores de Instituciones Penitenciarias.
Por otra parte, Salud Pública también definió el Grupo 6, que aglutina a aquellos colectivos con una función esencial para la sociedad: Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; personal de Emergencias (bomberos y otros); y Fuerzas Armadas. Incluye docentes y personal de educación Infantil y necesidades educativas especiales, y docentes de Primaria y Secundaria.
Presión autonómica
abía generado cierta impaciencia manifiesta en regiones cLa demora en la reacción del Ministerio homo Aragón y Cataluña. La última ya había decidido vacunar a sanitarios y sociosanitarios no incluidos en el grupo 3, así como a personal de instituciones penitenciarias, profesionales en activo en contacto directo con pacientes como fisioterapeutas, farmacéuticos, auxiliares de farmacia, psicólogos clínicos, terapeutas ocupacionales, protésicos dentales, logopedas, veterinarios, nutricionistas, podólogas y optometristas. La Generalitat catalana valoraba ampliar a otros colectivos en función de la disponibilidad de las dosis y ayer mismo, como novedad, se incluía también a los docentes, aunque sin especificar cuál serían sus plazos en el calendario.
La consejera de Salud, Alba Vergés, había evitado polemizar 24 horas antes en una respuesta a los medios cuando adelantó la que va a ser la estrategia catalana de vacunación, asegurando que la misma había sido acordada con el Ministerio «en conversaciones y grupos de trabajo». «Teníamos la limitación añadida de los 55 años y en base a ella hemos decidido a qué colectivos podemos vacunar», precisó. Vergés apuntó que Cataluña ha recibido esta semana 31.800 dosis de AstraZeneca y que se empezará a vacunar en paralelo a «sanitarios y profesionales esenciales», priorizando en caso de duda a los primeros.
Cataluña, además, exhibió ayer en paralelo una estrategia que parece pensada tanto con criterios sanitarios como de promoción y recuperación del turismo. Desde el departamento de Salud se apuntó que se piensa en el Camp Nou como espacio de vacunación masiva, que se uniría a otros posibles emplazamientos como la Sagrada Familia o museos.
El paso adelante de la Generalitat catalana se produjo a los pocos días de que se encendiese una nueva polémica en la Comunidad de Madrid, en este caso después de que la presidenta Isabel Díaz-Ayuso reclamase incluir como grupo de prioritario de vacunación al colectivo de camareros y taxistas, dentro de su plan de no dejar de lado la economía en la lucha de la pandemia.
Amagos y protestas
Otras comunidades como Aragón también habían hecho el amago de perfilar su propio programa para inocular el fármaco de Oxford. La consejera de Sanidad del Ejecutivo maño, Sira Repollés, avanzó ayer que la comunidad comenzaría a vacunar el jueves o viernes de esta semana a estudiantes de Ciencias de la Salud, tanto de la Universidad de Zaragoza, como de la Universidad San Jorge. Otras comunidades no ocultaron tampoco su descontento a lo largo de la jornada de ayer ante un Ministerio de Sanidad que tildaron de «inmóvil y mudo», según las fuentes consultadas por este diario.
Así, el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, declaró a ABC que «el Gobierno continúa ejerciendo de comentarista de las olas», informa Montserrat Serrador. Desde Castilla-La Mancha también cuestionaron la falta de previsión del Ejecutivo de Sánchez y la Consejería de Sanidad consideró que « este tipo de decisiones se deben tomar a nivel nacional», informa Antonio González.
ESTO ES LO QUE SE ESPERABA DE ESTA ESPAÑA DE CARAS DURAS.
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