¡VIVA LA SANGRE AZUL¡
Ciertamente me sorprende que se dé tanto boato a las monarquías en el siglo XXI como si en ello nos fuera la vida . Su trabajo es muy llevadero, sólo hay que tener buen estómago, buenos bancos con muchas cuentas en distintos países para acumular la riqueza, viajar y mantener el paso regio como si estuvieran por encima de sus semejantes a años luz . Morirán recibiendo grandes exequias de obispos cardenales envueltos en incienso, rezos y alabanzas por mal que hayan hecho las cosas ,serán enterrados en mausoleos de fábula como reyes de lo divino y lo humano. Quedaran bustos,estatuas y calles con sus nombres por todo el país y todo es debido a lo bien que viven los cortesanos que los apoyan para vivir sin pegar un palo al agua y hacer grandes negocios económicos. Reyes que no dejan de ser jarrones floreros de superlujo. ¡Vaya tela¡ El pueblo tiene lo que se merece, una pena.
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