Señoras de setenta.
Ayer, un muy buen amigo casi octogenario me hizo una confidencia. 'Esto no se puede decir en público. Prefiero acostarme con un funcionario de la Renfe -ya sabes con sus dientes y los bigotes, apostilló como si se refiriese de una morsa con gorra- que con una señora de mi edad'. Podría haberle metido un corte pero no me hizo falta: ¿A saber lo que les das a las de 45 años?, pregunté preparando el estacazo.
Él sonrió pícaro: '¿Qué les doy? Mucho asco y dinero'.
La campaña electoral deja claro que siguen existiendo dos españas: la nueva y la vieja; la rural y la urbana, los [que los demoscópiscos llaman] zotes del tardofranquismo y la «generación más preparada de la historia» con sus másteres en Harvard pero sin tener claro si furgoneta se escribe con b o con v. A mi amigo no le gustaban las septuagenarias (nada nuevo bajo el sol) pero tampoco los banqueritos de inversión que creen que la experiencia es un lastre y cuya primera sugerencia suele ser llamar I+D+i a lo que siempre ha sido el Departamento de Mejoras. Martínez Abarca, uno de los mejores columnistas de España, escribía el domingo que antes, el presente 'mezclaba con singular fortuna lo propio de nuestro tiempo con lo propio de otros tiempos. Los otros tiempos también consistían en nuestro tiempo. No había nuevo y antiguo en un sentido excluyente. Formaban un todo armónico'.
En el último vídeo de Unidos - 'y Unidas, pizpiretean 'Pablemos' y Garzón como si fueran Pili y Mili'- Podemos, María Botto invita a los actores de siempre a bajarse del escenario para que los protagonistas de la obra (la vida política) sean las personas del gallinero. El All the world is a stage [todo el mundo es un escenario], ya lo inventó Shakespeare en Como Gustéis. Para el bardo inglés, la escena no es desde luego privativa: 'todos los hombres y mujeres son actores y pueden interpretar varios papeles al mismo tiempo'. Despreciar lo viejo, ensalzar lo nuevo. Errejón ahora habla mucho de la seducción en política. Nos darán (todos) asco pero no, dinero.
TODO ES CONFUNSIONISMO.
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