Varias personas hacen cola en la Oficina de Empleo de la Avenida de Guadalajara de Alcalá de Henares (Madrid).
La protección contra el desempleo cae al mínimo.
Apenas el 52,8% de los parados percibe algún tipo de ayuda del Ministerio de Empleo
La protección frente al desempleo sigue menguando. Cada mes se reduce el gasto y, en consecuencia, las ayudas llegan a menos desocupados. Esto ha provocado que la tasa oficial de cobertura frente al paro haya caído al 52,8% en abril, último mes con datos disponibles. Este es el porcentaje más bajo de la serie oficial del Ministerio de Empleo, que tocó techo en 2009, cuando se llegó al 80%.
Detrás de esta caída se esconden varios factores. Uno de ellos es que los propios desempleados agotan las prestaciones y los subsidios a que tienen derechos. Otro es el fracaso de ayudas puestas en marcha para intentar fortalecer la cobertura contra el paro, como la última ayuda a desempleados de larga duración que comenzó a concederse hace ya más de un año. También están los recortes aplicados en 2012 a prestaciones y subsidios que, con el paso del tiempo, han cogido fuerza. Entonces se aplicaron ajustes de dos tipos: se endurecieron las condiciones de acceso a algunas ayudas y se recortó las cuantías
Baja el gasto
Todo esto ha provocado que la factura contra el paro mengüe considerablemente. En los cuatro primeros meses del año se han invertido 6.574 millones, un 11% menos que en el mismo periodo del año pasado.
Un aspecto a tener en cuenta de estos datos es que se basan en las cifras oficiales de paro registrado del Ministerio de Empleo. El porcentaje de desempleados que perciben algún tipo de ayuda del Ministerio de Empleo desciende bastante si se toman los microdatos de la encuesta de población activa hasta el 27,6%, ya que hay más de 3,3 millones de parados que no perciben prestación de ningún tipo.
La diferencia entre la estadística del Ministerio de Empleo y la que se extrae de la EPA tiene varias causas. La primera que el número de parados de la encuesta del INE (4,8 millones) es mucho mayor que el del Ministerio de Empleo, que solo cuenta a los registrados en sus oficinas (4,01 millones en abril). La otra es que en la cifra de beneficiarios de prestaciones de Empleo hay receptores que la EPA no considera parados (trabajadores a tiempo parcial con prestación, afectados por regulaciones temporales de empleo, prejubilados).
AQUI ES DONDE SE RECORTA Y NO EN LOS GASTOS DE LOS POLÍTICOS Y ASESORES.
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