Barrio de moda y ejemplo de la contestación ciudadana. Anónimo hasta hace unos días, Gamonal ha conseguido volver a prender la mecha de la indignación de una parte de la castigada sociedad española. Cuatro días de atención mediática, generada a raíz de los actos de violencia en que derivaron las primeras movilizaciones vecinales, han bastado para que las muestras de adhesión se extiendan por toda España en menos de una semana. El efecto contagio temido por las Fuerzas de Seguridad ya ha llegado a la Puerta del Sol de Madrid. Los rescoldos del espíritu del 15-M vuelven a coger calor.
El eco mediático de las protestas de Gamonal ha continuado en las redes sociales para movilizar muestras de adhesión en las calles de otras ciudades país. Ayer por la noche, el kilómetro cero de Madrid volvió a revivir momentos similares a los generados por los indignados del 15-M. Y como en la capital burgalesa, la concentración de solidaridad acabó en incidentes, en este caso tras la llegada a la sede del Partido Popular, en la Calle Génova, donde la Policía cargó contra los manifestantes, enfrentamiento que provocó de nuevo aparatosos destrozos de mobiliario urbano.
La convocatoria de ayer miércoles en Madrid, movilizada por activistas de plataformas como la Coordinadora del 25-S (Rodea el Congreso) no fue la única. Otros núcleos urbanos como Sevilla, Valladolid, Logroño, Oviedo o Aranda de Duero se sumaron en la tarde de ayer de forma minoritaria a esas llamadas de adhesión a la causa de Gamonal, que se ha convertido para una parte de la sociedad en un ejemplo de activismo ciudadano a seguir. Y el goteo continúa, ya que entre este jueves y mañana viernes las concentraciones se repetirán por Palencia, Vigo, Valencia y Zaragoza.
A pesar de la marcha atrás presentada por el Ayuntamiento de Burgos, dispuesto ahora a sentarse con el resto de fuerzas políticas y con los vecinos de Gamonal, la llama contestataria burgalesa ya ha prendido en otras ciudades y ha llegado con vida a otro fin de semana. Incluso en el popular barrio obrero han comenzado a desarrollarse algunas pautas que recuerdan al espíritu original del 15-M, como la organización de grupos para ofrecer desayuno en la calle a primera hora del día o la instalación improvisada de algunas lonas a pie de obra en el bulevar para resguardarse del frío.
Desde la distancia, ese espíritu trataba de asomar ayer en las primeras convocatorias de adhesión. Precisamente, uno de los temores de la Secretaria de Estado de Seguridad Ciudadana es que Burgos se convierta en un imán que atraiga a activistas al calor del movimiento surgido en Gamonal. No en vano, al superar el umbral del primer fin de semana, la Policía Nacional detectó movilizaciones desde Valladolid, Pamplona, Vigo o Madrid, de modo que el miedo a que este fin de semana la capital burgalesa se convertiera en un avispero inspiró la decisión del alcalde Javier Lacalle.
Ideas fuerza como la mala administración de lo público y la connivencia de políticos y constructores vuelven a ocupar la calle
En una ciudad de 180.000 habitantes (cerca de 70.000 son vecinos de Gamonal), las posibilidades de que un movimiento de ámbito local -la construcción de un bulevar y un parking de pago- perdure en el tiempo son remotas. Sin embargo, la determinación inicial del Ayuntamiento, los enfrentamientos con la Policía y las detenciones de participantes consiguieron amplificar el espíritu de la causa, dotándola de inmediato de una carga simbólica que ha calado. Ideas fuerza como la mala administración de lo público y la connivencia de políticos y constructores vuelven a ocupar la calle.
“La lucha de Gamonal es una lucha social. La ciudadanía rechaza la forma en que se gestiona el dinero público”. Es la opinión de Mónica Ibáñez, profesora de Sociología en la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos. “Hay un claro desencanto popular. Un barrio obrero, azotado por el paro, ve todo esto como un insulto y reacciona. No hace falta que haya algo orquestado. Las cosas pueden formarse por inercia, pero es cierto que nunca nos vale con la realidad y necesitamos trascender. El bulevar es la representación de algo que se considera innecesario, pero la cuestión no es el bulevar en sí mismo”.
COMENTARIO:
Espero y deseo que estas manifestaciones no sólo se incrementen si no que, se intensifiquen todo lo prudentemente posible pero, que no se baje la intensidad. Esto es algo más que manifestarse es, luchar contra la "Dictadura" democrática que nos han impuestos los partidos, que a su vez, han creado una casta específica de privilegiados para ellos mismos; nos han usurpado la libertad y la justicia y nos están imponiendo sus teorías prácticas de una "dictadura" económica para una casta de privilegiados que, nos están esclavizando vía impuestos en esta nueva dictadura, que eufemísticamente llaman democracia, y que sólo ellos han creado para sí ¡ya tuvimos una dictadura durante cuarenta años! Y ahora esto ¡no se puede permitir! Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están protegiendo a una nueva clase y casta de políticos que han quedado "deslegitimados por los ciudadanos que continuamente se manifiestan por las calles" a los que los políticos no escuchan, y deben, no caer en el error de que están defendiendo la democracia, en la actualidad está "Muy en entredicho" y sus actuaciones deberían ser muy "escrupulosas" en estos momentos para, no caer en enfrentamientos no deseables con la ciudadanía, a las que siempre, inexcusablemente, tienen la obligación y deben proteger por encima de todo orden e interés político.
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