Cúpula del Mausoleo de Napoleón-Los Ínválidos-París(foto J.A.Miyares)
Sin presupuesto para actualizar pensiones.Las cuentas de 2013 se quedan sin fondos para asegurar el poder adquistivo de los jubilados.
El Gobierno tendría que usar el Fondo de Reserva o habilitar más recursos.
El Gobierno no desvela si impedirá que los pensionistas pierdan poder adquisitivo. Ni el presidente Mariano Rajoy ni sus ministros asumen el compromiso de revalorizar las pensiones según la inflación de noviembre, como marca la ley. Lo eluden incluso cuando la pregunta es directa. “Las normas siguen vigentes y estamos en el momento de la presentación de los presupuestos”, respondió el jueves el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero las cuentas públicas de 2013 dan alguna pista. El presupuesto de la Seguridad Social no contempla suficientes recursos para hacerse cargo el año que viene del gasto adicional que supondría tomar esa decisión, unos 2.500 millones.
Con la prima de riesgo otra vez al alza y el déficit disparado por las ayudas a la banca, la decisión toma especial importancia. Revalorizar las pensiones contributivas obligaría a más ajustes, algo que Montoro descartó el sábado, o consentir que los números rojos suban en otras dos décimas más este año (la última previsión es del 7,4% del PIB) y otras tantas el año que viene (4,5%). Ambas opciones pasarían por habilitar una partida presupuestaria extraordinaria o por recurrir otra vez al Fondo de Reseva. Claro que hacerlo, mientras Rajoy deshoja la margarita del rescate, contaría con el rechazo frontal de los mercados y de Bruselas.
Pero del otro lado hay 8,9 millones de pensionistas. A ellos se dirigía ayer el secretario general del PSOE. “Uno piensa que no lo dice [en referencia a Rajoy] porque no van a mantener el poder adquisitivo de las pensiones”, atacó Alfredo Pérez Rubalcaba. “Lo dirán el 27 o el 28, como ya hicieron al anunciar los recortes después de las elecciones andaluzas y asturianas”, continuó el líder socialista a pocos días de que comience la campaña electoral en Galicia, donde hay una población envejecida con especial sensibilidad sobre todo lo que atañe a las pensiones, y en el País Vasco.
El Ejecutivo contempla una subida del gasto en pensiones del 4,3%.
También CC OO ve motivos electorales en la falta de definición de Rajoy: “El Gobierno elude asumir compromiso público alguno sobre esta cuestión, aparentemente para ganar tiempo por razones de estricta aritmética electoral”.
El Ejecutivo, por su parte, elude desvelar su decisión. Ayer quien lo hizo fue Antonio Beteta. El secretario de Estado de Administraciones Públicas habló de “subida de pensiones”, en referencia al incremento general del 1%, sin aclarar si eso supone mantener el poder adquisitivo.
Para 2013, el presupuesto recoge un gasto en pensiones contributivas de 106.350 millones, un 4,3% más que este año. El aumento se debe a tres variables: la subida de pensiones del 1% decidida por el Gobierno, el incremento de la pensión media (ahora en torno al 3%) y el crecimiento de pensionistas en una población envejecida (sobre el 1,3%). Solo el resultado de esta operación da un alza de gasto superior al presupuestado.
La pobreza se cuela en clase.
Los recortes y la crisis dañan las posibilidades de los alumnos con menos recursos.
Los centros privados ceden estudiantes a los concertados y estos, a los públicos.
“Las familias con hijos están en una situación relativa cada vez peor. Tienen más dificultades que el resto para conseguir ingresos, se recortan las becas de libros y comedor, aumentan los copagos sanitarios, el IVA... Todo eso les afecta más y estrangula sus cuentas”, explica Olga Cantó, profesora de Fundamentos de Economía de la Universidad de Alcalá.
“Las repercusiones de la pobreza infantil no se verán hoy, sino mañana”, advierte esta experta que ha participado en estudios de Unicef y Cáritas. “Los niños quizá no perciben lo que les falta, pero no son capaces de medir los efectos que tendrá, por ejemplo, carecer de clases extras de inglés o música. La pobreza infantil erosiona el capital humano y quien la sufre tiene menos posibilidades de desarrollar sus potencialidades. Eso daña la igualdad de oportunidades en el futuro”, añade. Además, “la pobreza de los niños refleja hasta qué punto hay igualdad de oportunidades en un país”.
Un termómetro cuando “la cuna determina las oportunidades futuras”. Si no hay una equiparación en las condiciones de partida, “iremos a una sociedad con menor movilidad social, más desigual y con menor igualdad de oportunidades”, concluye Cantó.
Rebajar salarios es un error”.
"El riesgo es que las reformas laborales creen poblaciones de pobres que trabajan”.
Guy Ryder (Liverpool, Reino Unido, 1956) toma hoy posesión como décimo director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que aglutina a Gobiernos, sindicatos y organizaciones patronales. Su elección —antes fue secretario general de la Confederación Sindical Internacional— es significativa cuando el paro golpea en muchos países.
No creo que la salida de la crisis pase por la bajada de los salarios a niveles de pobreza. En Europa, una de cada dos familias que vive en la pobreza tiene al menos una persona que trabaja. Hay un gran peligro de que las reformas laborales creen una población de pobres que trabajan y ese no puede ser el objetivo. Si uno trabaja, tiene que poder vivir de forma decente. La idea de que en Europa es necesario rebajar salarios y condiciones de trabajo, incluso disminuir derechos fundamentales laborales, es un error. El futuro de Europa en una economía globalizada no consiste en rebajar la calidad del empleo al nivel de otros países. Hay otro camino: invertir en educación, calidad de mano de obra y transformaciones en el sistema productivo.
Que se vayan todos”, sin distinción.
La protesta del 25-S se enfocó contra el Parlamento sin distinguir partidos.
Los expertos alertan sobre el acecho de los populismos antidemocráticos.
Los parlamentarios escuchaban con el ánimo encogido en el patio del Congreso los gritos que llegaban contra ellos desde la calle. La barrera de protección policial, con mallas, vallas, tanquetas y agentes a pie, con perros, y a caballo, no podía impedir que les llegaran muestras de desapego rotundas y sin matices. Desde la simplicidad del “ladrones”, al coreo de “ahí está la cueva de Alí Babá”. Por escrito, cientos de manifestantes ondeaban carteles artesanales, rudimentarios: “Que se vayan todos”. Y, otros, un cartel pequeño con un “NO”, solo un “no” en dirección al Congreso de los Diputados. Como si los moradores del Parlamento fueran un todo unívoco y no elegidos hace 10 meses en las urnas entre opciones diferentes.
Rodear el Congreso es que “la crisis económica ha precipitado un fenómeno que viene de lejos, cual es la crisis de la democracia representativa”, señala Pere Vilanova, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Barcelona. “Se ha producido una fractura muy profunda entre los ciudadanos y lo que llaman la clase política: ellos y nosotros”. En su análisis interpreta que los ciudadanos ven a la clase política como “una casta corporativa que tiende a autoperpetuarse sin tener en cuenta los intereses generales, solo los suyos propios”.
El juicio que los ciudadanos tienen de los partidos es de una extremada severidad, según señala José Juan Toharia, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. “Que los partidos solo piensan en sus intereses electorales cortoplacistas lo suscribe un 87% de los ciudadanos” y que “están desconectados de la realidad social”, lo dice el 88%, señala Toharia, basándose en estudios demoscópicos de la empresa Metroscopia, el centro que preside.
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