Hace ocho días mi mujer llamó para pedir cita al médico de cabecera en Colloto, no le dieron cita presencial, la llamaría la médico ocho días después, esperando todo ese día, nadie llamó aparentemente, ni una llamada perdida en su teléfono, vuelve a llamar al centro médico al día siguiente, le dicen que sí le llamó, hasta ahí, bueno; lo que viene después es para pensarse hasta dónde estamos dispuestos a permitir la perversión de un sistema que pagamos entre todos, le vuelven a dar cita telefónica para el día 12, estamos a 4. No es de gravedad, aunque ella lo sufre, pero si lo fuera sería para montar un circo del cómo funciona una sanidad pública de la que en otro momento estábamos tan orgullosos.
Para hablar por teléfono no creo que se necesiten muchos días.
Llevamos muchos años en ese centro médico, jamás hemos tenido quejas de la atención, ni por tardanza, ni dejadez. Ahora sí, no es posible dar citas telefónicas para ocho días después, solo es cuestión de profesionalidad y descolgar el teléfono sin más pérdida de tiempo que unos pocos minutos.
Luego, la sanidad pública solo funciona mal en Madrid. Entre todos la estamos matando.
A quien corresponda: no es posible tragarse días de espera para una llamada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario