¡Última hora! Atormentado por las medidas equivocadas que afectan tan negativamente a sus súbditos con depresión incapacitante, Pedro Sánchez ha decidido borrar rastros haciendo que Moncloa, centro neurálgico de la toma de medidas empobrecedoras del español medio en esta legislatura, salte por los aires con explosivo C4 de grado militar.
Ecocidio nada sencilla de ejecutar, por otra parte, porque habría que contar con la capacidad de transportar esos explosivos a la capital de España; almacenar dichos explosivos en secreto, en el lugar del objetivo; colocar los explosivos y establecer un mecanismo de activación; necesidad de información de inteligencia sobre lo que las autoridades sabían sobre estas acciones, si las hubiera; controlar a los cómplices para asegurarnos de que no fueran títeres del poder, más el dinero para llevar a cabo todo esto.
Por lo tanto, probablemente serían necesarios un traficante de armas, expertos en transporte, muy probablemente un agente encubierto en un puerto, una casa segura (de propiedad o alquilada por alguien), títeres dentro de los servicios de inteligencia, acceso a tecnología de vigilancia y una recaudación de fondos. Y eso es sólo para volar un edificio.
¿Culpable el número "uno"? Es evidente que el atormentado presidente, per se, no podría ser el protagonista único de tal evento histórico volando Moncloa, ni lo podría ser el sanchismo zombi y espectral de los Ábalos, Koldos, Titos Berni, Marlaskas, Cerdáns, Aldamas u otros, individualmente.
Por supuesto que no. Esta hidra tiene muchas cabezas, también en África y Sudamérica, y aunque la acusación particular, UCO, fiscalía y jueces corten alguna por todo lo que está pasando, ésta se reproduce automáticamente porque, como se demuestra, "uno" son todos y todos son "uno".
En cuanto a las teorías, es muy importante que las instituciones corruptas nieguen los hechos, y una manera de hacerlo es degradar los argumentos que invocan hechos, a opiniones no confirmadas. Cuantas más teorías existan en lugar de casos abiertos y cerrados, mejor en lo que respecta al Gobierno.
Conclusión: Cualquiera que quiera enfrentarse a este gobierno de extrema izquierda, con ánimo de tumbarlo definitivamente, debería hacer dos cosas:
1) Tener todas sus pruebas probatorias en fila, olvidando teorías, supuestos y propaganda, y
2) Reírse a carcajadas cuando algún político tonto/prostituta de los medios, sugiera que usted, como un revolucionario solitario, podría derrocar a Pedro Sánchez.
Olvídelo y no sufra porque tanto Moncloa como su inquilino principal seguirán estando donde están, por lo menos hasta 2027 (y, según Sánchez, más).
Lo único más triste e insoportable que un depresivo maníaco, es un nihilista satisfecho.
Saludos cordiales
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