AHORA QUIEREN LA GUERRA.
Europa está en peligro por unas izquierdas que perdieron su identidad, presumen de dar salarios sociales y de subir el salario mínimo a 1.050 euros/mes y tener que escuchar a la vicepresidenta que son clase media, mientras ellos se embolsan miles de euros, 15.000 Irene Montero, y muchos más de esa hipócrita izquierda actual que decían que no cobrarían más de tres salarios mínimos.
Los vemos dar impunidad a los corruptos a cambio de poder, sin avergonzarse.
También peligran los valores de esa Europa por una extrema derecha que repunta, fruto de todo lo anterior.
La política está corrompida, no solo por los políticos, más bien por unos medios y un periodismo que desprecia su código deontológico sumergiéndose por pura subsistencia en un activismo escandaloso para ese poder indecente y corrompido. Sumado todo ello a unos ciudadanos sumisos y condescendientes con ese proceder.
Nada como ser político para delinquir y salir indultado o amnistiado con total impunidad saltándose la igualdad de todos ante la ley y la separación de poderes. Los ciudadanos de a pie por 500 euros de una multa de tráfico sin pagar, o cualquier error o infracción administrativa, esos mismos corruptos en el poder que despilfarraron a manos llenas no les pasarán una, les llevarán ante un juez, que, está vez sí, será implacable: corruptela sin límite.
Luego los vemos a diario tirándose los trapos sucios los unos a los otros; quien justifica lo malo suyo con lo peor del contrario nos está diciendo a la cara que será capaz de cualquier cosa con tal de conseguir su propósito. Por esa regla de tres, seríamos todos ladrones, delincuentes y sinvergüenzas, lo justificaremos por comparación con otros dispuestos a lo mismo. Nos quedaría meternos a políticos y lograr impunidad para ser un delincuente blanqueado por otros igual a nosotros. Una distorsión hecha realidad.
El hastío a la política que deja Sánchez y su tropa de impresentables en toda la sociedad es tal que ya la gente no habla de política con la familia y amigos, ya cuesta argumentar ante quienes como pollos sin cabeza defienden estas formas corruptas, arribistas e indecentes.
Cuándo salga Pedro del poder, dejará un vacío legal por jurisprudencia difícil de reparar. Ya no sabemos quiénes son los buenos y quiénes los malos. Gobiernan con corruptos y delincuentes regalándose impunidad, al mismo tiempo que persiguen a jueces, medios y críticos incómodos. Con políticos como Pedro de democracia quedará el nombre.
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